Pero para que nadie esté contento parece que alguien se les ha adelantado. Leo en el Blog de Enrique Dans que ya está disponible la versión en castellano. Se trata de una traducción en comandita, fruto del esfuerzo de varios aficionados, y publicado al modo de Blog. En apenas 3 o 4 días, y aprovechando el potencial de la Red, han conseguido que el que lo quiera leer en castellano pueda hacerlo. Y gratis. ¿Es una amenaza para el negocio editorial? ¿Se trata del principio del fin? No lo creo. * A pesar de la invención de dispositivos de lectura electrónica, aún no he encontrado ninguno que proporcione el placer, la versatilidad y la simplicidad de un libro. Sin baterías, fácil de ojear, ideal para anotaciones, etc... * Algunos pueden aducir que siempre cabe imprimirlo y encuadernarlo. Pero si se quiere hacer con un mínimo de calidad el coste se eleva, y deja de ser tan atractivo. Quizás para libros técnicos o profesionales, valga. Para la literatura que se disfruta por placer lo dudo, al menos teniendo en cuenta el precio de los mismos y nuestra capacidad adquisitiva. Aunque según me comentan en Sudamérica es frecuente encontrar en los mercadillos ejemplares pirateados de novelas. Eso si, el auténtico bibliofilo busca ediciones especiales, cuidadas, y no creo que eso se lo pueda dar el top manta. * En todo caso, si es toda una señal para las editoriales del poder de la Red. Sería buenoque en vez de, como señala Dans, intentar acabar con este fenómeno, busquen como aprovecharlo y aprovecharse de él. Y que no les pase como a las discográficas, que aún sigue pensando que el formato LP/CD es sagrado.
Es más, creo que en parte buscándolo y en parte sin hacerlo, la saga de Harry Potter ha aprovechado el poder de la Red de Redes para su éxito: webs, foros, comunidades, blogs. Esto sí que es Magia. Que razón tenías, Consultor Anónimo.