Más de 28.000 euros. A eso se cotiza una primera edición de Harry Potter y la Piedra Filosofal. Se trata de la edición lanzada en 1997, de apenas 500 ejemplares. La mayoría de ellos fueron a parar a bibliotecas, por lo que su deterioro es notable. Así pues, no es extraño que visto cómo ha evolucionado la marca "Harry Potter",un ejemplar de dicha edición en buen estado se cotice a miles de euros.
Y es que después de esa modesta tirada, el libro se publicó en Estados Unidos y el resto es historia. Millones de ejemplares vendidos a lo largo y ancho del globo, decenas de idiomas traducidos... su salto a la gran pantalla se traduce en millones de espectadores en las salas de cine, millones de DVD's, y consecuentemente millones de dólares en recaudación, transformando a su autora J.K.Rowling en una de las mujeres más ricas (y a sus editores no me quiero ni imaginar). Y, sobre todo, una masa ingente de fieles dispuestos a movilizarse por su héroe. Ya hace casi dos años reflexionaba sobre la posibilidad de que Harry Potter fuese un fenómeno destinado a diluirse. De momento parece que sigue en pleno auge, como demuestra la cotización de esa primera edición, convertida ya en un clásico. En los próximos meses, nos espera la publicación en castellano del séptimo libro de la saga. Después, todavía nos quedan al menos dos películas más de Harry Potter. Después imagino que vendrá toda la parafernalia "para coleccionistas".
Y, en unos años, cuando la generación marcada por el mago de Hogwarts tenga hijos, veremos sin duda la reedición de todos sus libros y de todas sus películas, pagadas con alegría por los antiguos seguidores y destinada a alimentar una nueva oleada de "Pottermanía" que de nuevo dejará pingües beneficios a sus creadores. Y si no, al tiempo. Tampoco quedará tanto. Pensemos que los primeros preadolescentes que hace 10 años se engancharon con el primer libro de la serie ya están entrando en la veintena. Si tenemos en cuenta el ciclo de unos años que todavía queda hasta que la explotación de la saga finalice, apenas tendremos un periodo de cuatro o cinco años de "descanso" de Potter antes de volver a empezar.
Foto | mirvettium