El AVE a Valencia se ha inaugurado hoy de manera oficial y mañana domingo arrancarán los viajes comerciales de la última línea de Alta Velocidad que entra en marcha. 90 minutos para cubrir 391 kilómetros entre ambas ciudades es un acontecimiento nada despreciable, más aún si tenemos en cuenta que esta línea ha costado en torno a los 6.500 millones de euros.
Respecto a la rentabilidad estimada de la línea, las estimaciones de Renfe fijan un horizonte de dos años para comenzar a ganar dinero. Ojo con estos cálculos, porque en ningún momento se está considerando la amortización de los 6.500 millones de euros que cuesta la Alta Velocidad valenciana, no obstante, vamos a admitir pulpo como animal de compañía y obviemos este “pequeño” detalle.
Si nos centramos en el número de pasajeros, se han fijado unos mínimos de 4 millones para que la línea sea rentable. Actualmente, se parte de 16 trenes diarios con una ocupación máxima de 365 pasajeros por tren. Multiplicando un poco, vemos que 32 trenes diarios (5.840 pasajeros por sentido y día) al 100% de ocupación los 365 días del año, alcanzan los 4,28 millones de pasajeros. Creo que se peca de optimismo en el horizonte de rentabilidad.
Respecto a las coberturas a la ciudadanía media, tenemos otro matíz importante. Los pasajeros de la línea férrea Madrid-Valencia, van a utilizar el AVE sí o sí. Desde mañana, se eliminan todos los trenes Alaris que cubrían esta ruta, con un tiempo de viaje de 3 horas y 30 minutos a un precio de 47,50 euros en turista y sin promociones y ofertas. A cambio de rebajar en dos horas el tiempo de viaje, punto nada despreciable desde luego, se paga casi doble, 80 euros el trayecto Madrid-Valencia en AVE. ¿Es asequible este coste para todas las economías domésticas?
No, desde luego que no lo es. No obstante, aún quedan alternativas. Se puede optar por el viaje en Alvia, empeñando tres horas y 15 minutos por 62,50 euros (no compensa en absoluto la diferencia de 1,5 horas más con el AVE y 20 euros menos) o pasar a la opción B, tirar de alguno de los trenes regionales que cubren el trayecto, 6 horas y 10 minutos por 24,90 euros. Si no tienes otra cosa que hacer ese día y te gustan los trenes, es una buena alternativa para leerte un libro desde luego.
Decididamente, el AVE debe bajar los precios de todas las líneas para mejorar la ocupación, intentar llevar los trenes siempre llenos y no desplazar aire entre las ciudades y colocar unas tarifas que motiven a los ciudadanos a desplazarse entre ciudades sin mirar en exceso el coste del transporte. Si Renfe quiere que los trenes AVE funcionen de verdad y no sean un agujero negro, se necesita un cambio radical en la estrategia, tirar los precios, ofrecer más trenes en todas las líneas y llenarlos.
Más Información | El Economista, Renfe
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