Decía Jaime Rosales, el director de cine, en una entrevista en El País, algo sumamente interesante. El sexo había dejado de ser tabú en nuestra sociedad. Su relevo lo había tomado la muerte. Y es que nuestra sociedad ha perdido los ritos de paso, los modos sociales con los que tradicionalmente se sobrellevaba la muerte de un ser querido. Y especialmente señala como se ha esfumado en esta sociedad el concepto del duelo. No nos han preparado para ello. Han desaparecido las plañideras profesionales que por unas pesetas acompañaban con su escenografía. Han desaparecido aquellos sacerdotes que conocían íntimamente a las familias y que sabían consolarlas. O quizás ha desaparecido la fe de esas mismas familias. Quizás, en una sociedad tan hedonista y acelerada como la nuestra, no está bien visto perder tanto tiempo en llorar a los que amamos.
Esa falta de inteligencia emocional y de comprensión social ha sido vista como una oportunidad de negocio por las Aseguradoras. Algunas compañías aseguradoras han incluido dentro de sus pólizas de decesos la cobertura de asistencia psicológica y psiquiátrica. Estamos hablando de sesiones de terapia, de comunicación a terceros por parte de los profesionales del óbito, de atención continuada a los niños, etc…
Hasta el momento su uso es escaso. Quizás debido a la ausencia de marketing(algo que es de agradecer) en relación al mismo. Quizás porque la generación con una menor cultura en este sentido es la de los menores de 45 años, y muchos de nosotros aún no hemos perdido a nadie tan cercano. Pero, sin duda, la necesidad del apoyo de alguien, familiar, amigo o profesional, estará ahí.
A este respecto me ha servido la noticia para darle una vuelta al mundo del seguro del deceso. El seguro de los muertos, como lo llaman algunos. No tieneN buena fama. Se dice que es excesivamente caro para las prestaciones que da, y que no tiene sentido contratarlo muy joven. No estoy seguro. Pero lo que si tengo claro, y me alegro que se empiece a hacer es que se incluyan estos servicios, así como los de otros profesionales (y estoy empezando en servicios legales de asesoramiento en testamentarias) que faciliten a los afectados su día a día.
La foto es de Christian Frausto Bernal, tomada con ocasión del Día de los Muertos en México.