La compañía aclara que este movimiento nada tiene que ver con un regreso a la política de subvencionar teléfonos que abandonó hace más de un año. El fin que se persigue abaratando los terminales no es otro que trasladar a los clientes el ahorro de costes que a Movistar le supone la compra de los mismos a los fabricantes en grandes cantidades. La noticia se produce tras conocerse el último comunicado de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), según el cual Movistar perdió 87.103 líneas en el mes de marzo, principalmente a mano de los OMV. La gravedad de la situación es tal que en lo que va de año el operador azul ya ha perdido más de 700.000 clientes y su cuota de mercado ha descendido al 35,6 %.
Mientras tanto, las compañías virtuales han captado entre enero y marzo más de medio millón de usuarios, casi tantos como en los cinco meses anteriores. Como resultado de ello, el peso dentro del sector de las OMV se ha disparado un 43,5 % en los últimos doce meses y su cuota de mercado ya supone el 10,12 %.
Es evidente que ante este estirón que han pegado los virtuales en el ritmo de captación de clientes, los operadores móviles tradicionales, con Movistar a la cabeza, han de reinventarse a diario para tratar de ser competitivos. Sin embargo, es posible que movimientos tan agresivos como la irrupción en el mercado de Fusión (y sus posteriores réplicas) o el abaratamiento en el precio de los terminales que les acabamos de comentar lleguen un poco tarde. ¿Están los grandes operadores aún a tiempo de recuperar el terreno perdido y volver a ganarse la confianza de los consumidores?
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