Creo que se les entiende todo:
Que los medios de comunicación privados tienen su propia agenda, que la publicidad y la coherencia matizan su independencia en muchas ocasiones, que hay que aproximarse a los mismos con un espíritu critico, todo eso no hace falta que me lo vengan a descubrir como si vuele una suerte de verdad relevada. Cualquiera que tenga ojos, oídos y un mínimo raciocinio lo sabe.
Ahora bien, que se olviden, e incluso propugnen, la incorporación de medidas legales de censura, que no hablen de la publicidad institucional, tan o más poderosa que la privada, que ni se mencione el amplio aparto regulatorio con el que cuentan los estados para domesticar a los medios, eso, eso sí que me sorprende.
Que me digan que la solución es la expropiación de buena parte de los medios privados para estatalizarlos, bien directamente, bien indirectamente a través de movimientos asociativos afines al poder, eso da una pista del tufillo totalitario de estos movimientos.
Realmente no les preocupa que nos vendan carne podrida. Les preocupa que se venda más esa carne podrida que la suya. Y la solución para ellos pasa por monopolizar tal pestilente comercio, en vez de por abrir las ventanas y permitir la libertad de prensa.
PD: Moscas no, y quizás no fue en Estados Unidos, pero más allá del reciente ERE de los embotelladores de Coca-Cola, a esta firma ya le han sacado los colores. ¿Cuántas moscas encontraron ellos en la botella del comandante Chávez?
En El Blog Salmón | Risto Mejide y la coherencia de los medios de comunicación Imagen | OmarRiva