La movilidad social es un tema de tiempos de crisis, principalmente. En tiempos buenos parece que todos nos podemos hacer ricos fácilmente, por lo que el tema aparece más en la época en la que triunfan aquellos que vienen de buena familia. En la época buena se suele hablar más de las cosas de nuevo rico, al estilo de rústicos en dinerolandia.
La movilidad social de verdad me hace suscitarme dos preguntas, la primera es que no estamos seguros sobre su existencia la segunda es que si la hay ¿es del todo buena?
¿Es la movilidad social buena?
La respuesta a esto suele ser sí, ¿quién no quiere movilidad social? La gente debería de poder ascender por méritos, aquellos más inteligentes y trabajadores deberían de ocupar las partes de arriba de nuestra sociedad. Digamos que lo lógio sería recompensar la capacidad y el esfuerzo.
En cambio hay quien opina lo contrario. Por un lado se afirma que la movilidad social no es tan buena, ya que hay gente que al ascender social y económicamente se siente desubicada. Que aquel lugar al que llegan no es su sitio. Tal vez no nos sentimos cómodos en el restaurante caro, sino que lo que preferimos es un bar de toda la vida o un McDonald’s.
La movilidad social también puede provocar un desmembramiento de la familia y de amigos. Tal vez estemos ganando el triple que nuestros padres, pero eso nos ha supuesto alejarnos del pueblo y no poder veros todo lo que queríamos, y en el fondo seríamos más felices viviendo dos calles más arriba, aunque tuviéramos que ganar el mismo sueldo.
Por otro lado en una sociedad con movilidad social perfecta, no podríamos culpar a nuestro nacimiento de no ascender, sino a nosotros mismos. Eso dejaría sin consuelo a más de uno.
¿Existe movilidad social?
En el último párrafo comento que “en una sociedad con movilidad social perfecta”, dado por hecho que la movilidad social no es perfecta, en ninguna sociedad. No es que no haya muchos casos y mucha meritocracia en temas puntuales, pero sí es cierto que la movilidad social hasta cierto punto es limitada.
Si irnos tan lejos a que la actual presidenta de Corea del Sur sea hija del que estuvo al mando del mismo país durante muchos años, o situaciones parecidas en Singapur, sí que muchas veces parece que la movilidad social está limitada. Ya comenté anteriormente que del gabinete actual de Cameron de 22 personas, tenía cinco graduados en la misma carrera en Oxford, pero si nos vamos a lo que son los graduados de “Public Schools”, es decir, de escuelas privadas y elitistas, tenemos a bastantes más.
En Estados Unidos George W Bush era hijo de presidente, y los Kennedy han montado prácticamente una dinastía a lo largo de su historia. Pero no son los únicos, no hay más que ver a los becarios de la Casa Blanca, muchos provenientes de universidades de prestigio (y alto precio) que van a trabajar gratis sin remuneración alguna en la cara .
El nepotismo en la sociedad americana ha sido algo intrínseco a la misma, aunque también se ha luchado contra el mismo desde la revolución americana que les independizó. Hay quién lo defiende, aunque añade que los enchufados deben de trabajar más duro que los demás para demostrar que no están ahí por ser hijos de papá.
Es cierto que no he entrado en la movilidad social en España, pero creo que eso es algo que mejor van a describir nuestros lectores en los comentarios.
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