Siete reglas para alcanzar la posición fuck you money

Para alcanzar la posición f*ck you money hay reglas. Si las cumples, entras. Si no, te quedas fuera.

Todos mis esfuerzos, absolutamente todos, sin excepción, van dirigidos a cumplir esas reglas. Son estas:

1. Tienes que poseer activos que puedas controlar

No es lo mismo “poseer activos” que “poseer activos que puedas controlar”.

Tus inversiones en fondos indexados, acciones, planes de pensiones, viviendas o criptomonedas son activos, pero no son activos que puedas controlar.

No es lo mismo.

Ojo, no digo que sean malos activos y que debas renunciar a ellos. Yo mismo invierto en bolsa y bitcoin, por ejemplo, y ambos son sólidos pilares en mi plan hacia el f*ck you money.

Solo digo que este tipo de activos no están bajo tu control (ni el mío) y, por tanto, aunque son activos necesarios en el plan, no son suficientes.

Un negocio propio, mientras tanto, sí es un activo que puedes controlar. Y sí es un activo que podría ser suficiente. Estos son los activos que más te interesan.

2. Los rendimientos asimétricos son la clave

Un trabajo por cuenta ajena jamás te proporcionará un rendimiento asimétrico. No pasarás de ganar 2.000 euros al mes a ganar 40.000. Es imposible.

Con las inversiones en bolsa pasa lo mismo. Da igual los libros de Warren Buffett que te hayas leído: salvo pelotazo, comprando acciones del S&P 500 no convertirás 30.000 euros en 300.000.

Ni siquiera una excelente inversión inmobiliaria te permitirá obtener un x10 o x100 en pocos años. No va así.

La verdadera riqueza se camufla tras el rendimiento asimétrico. Y te lo hilo con la siguiente regla.

3. El rendimiento asimétrico exige un gran impacto

Jamás me cansaré de repetirlo: el dinero es la consecuencia inevitable de impactar a miles o millones de personas.

Un adolescente feo, friki y frustrado impacta a millones de adolescetes feos, frikis y frustrados mientras juega online una partida de Roblox.

La influencer simplona que dejó los estudios en segundo de la ESO y ahora enseña las tetas en Instagram, también.

Tanto el adolescente como la influencer empiezan ganando 0 euros, pero acaban ganando millones.

¿Por qué? Porque impactan a millones de personas.

No te pido que cojas a estos dos personajes como referentes, pero sí que captes la idea: si no generas un impacto sobre un elevado número de personas, no habrá rendimiento asimétrico.

Y sin rendimiento asimétrico, por mucho que te esfuerces, no habrá f*ck you money.

4. Todo depende de ti

La mayoría de la gente optará por quejarse: “no sé por dónde empezar”, “no sé programar”, “no sé crear una audiencia”, “no valgo para vender”, “no sé escribir”, “no tengo tiempo”

Son excusas baratas. Viven en una peli de Disney y creen que alguien llegará a rescatarlos.

Su problema no es que no sepan. Su problema es que no tienen pelotas.

No te engañes: en el fondo, tú eres la clave de todo. No importan ni el capital con el que empiezas, ni tus contactos ni tus conocimientos. Ayudan, por supuesto, pero son temas secundarios.

Si durante un par de años de tu vida te dedicas a invertir en ti, a aprender cosas, a leer, a ver vídeos en YouTube… te convertirás en alguien imbatible.

Pero tienes que echarle pelotas. Mermelada, no. Pelotas.

5. Necesitas foco

Vete a un parque infantil con dos niños pequeños e intenta tener bajo control a los dos. Ya te lo digo yo: es imposible.

El cerebro humano está programado para hacer las cosas de una en una. La multitarea es un concepto moderno (y absurdo) que llegó después.

Esto, por supuesto, también aplica a los negocios. Si tienes diez proyectos abiertos, en realidad no tienes ninguno. Estás haciendo el parguela a velocidad 10x.

Necesitas foco.

Evita la dispersión, muchacho. Esta solo te va a generar estrés y quebraderos de cabeza. Debes apuntar hacia un único lugar. Solo así conseguirás una ventaja competitiva.

6. Tienes que saber vender

Piénsalo, en esta vida, todo es venta. Vivimos en venta constante.

Cuando intentas ligar te estás vendiendo. Tu objetivo es que esa mujer, hombre o ser no binario elija follar contigo por encima de tu competencia.

Es el mismo caso cuando vas a una entrevista de trabajo, cuando intentas persuadir a un colega para que haga algo, cuando educas a tus hijos… Todo es venta.

Entonces, ¿qué complejos padece la gente que cree que vender es algo malo?

Aprender a vender y a hacer marketing es condición sine qua non para alcanzar una posición f*ck you money.

Si no sabes vender no vas a ligar nunca, no vas a follar, no te cogerán en entrevistas de trabajo, no te tomarán en serio en ninguna reunión y, por supuesto, no alcanzarás la posición f*ck you. Es lo que hay.

7. Evita el ruido

Todo en la vida es ruido. Todo. Y eso es muy peligroso.

Seguro que tu pareja te quiere mucho. Será inevitable que te de consejos sinceros “por tu bien”.

Tus padres, tus amigos de toda la vida, tus compañeros de oficina… También ellos te darán consejos.

Incluso en Twitter, LinkedIn, grupos de Telegram o Discord, foros… recibirás consejitos de personas que creen que con su opinión te ayudan.

Puñetas, hasta yo mismo te estoy dando consejos.

A tomar por culo. Mándanos a todos a tomar por culo. Mi consejo es que ignores todos los consejos, incluido este. Son ruido.

Para alcanzar el f*ck you money es tienes que ignorar el cien por cien del ruido que hay a tu alrededor y centrarte en exclusiva en lo que hay dentro de tu cabeza: en tus propios pensamientos.

No confíes en nadie; sólo en ti y en tus locuras.

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