Estos fondos presentan como activos bonos hipotecarios distribuidos por titulización de activos. El emisor de los bonos es una compañía controlada por varias cajas, en la que Caja Madrid tiene un 12,86%. En su accionariado figura también, con un 10%, Bear Stearns, aunque no sabemos cuáles son el resto de entidades. Los rendimientos de estos bonos se pagan en función de los ingresos que la entidad va obteniendo de los pagos de los clientes a los que concedió las hipotecas. Si hay morosidad y las hipotecas no se cobran, no se puede afrontar los abonos de intereses. Según la nota, se dejan de liquidar los tramos E, que suman poco más de 60 millones de euros en activos.
Los límites fijados para la suspensión de pagos de intereses están fijados en el 8% para RMBS II y el 8,94% para el RMBS III. Esto implica que la morosidad de estas hipotecas de clasificación crediticia que roza la basura, tiene que estar por encima de estos límites.
La única ventaja es que parece ser que esta titulización crediticia de baja calidad no ha sido colocada en el mercado y Caja Madrid la tiene en su balance, al menos eso afirma la entidad. Es muy probable que en el transcurso de un par de meses salgan a relucir muchas hipotecas basura, por más que se quiera negar que nuestro sistema financiero no tiene ninjas.
Vía | El Mundo En El Blog Salmón | Incertidumbres económicas para el 2009