Rato se enfrenta a una difícil situación judicial por las tarjetas black, el caso de Bankia y su situación fiscal, compareció ayer ante la comisión investigación de la crisis bancaria en el Congreso de los Diputados.
Rato está acorralado por la Justicia, a pesar de seguir defendiendo su gestión tanto pública y privada , el que fue exvicepresidente del Gobierno, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional y expresidente de Bankia hizo un discurso desafiante hacía sus oyentes.
Rato deslizo comentarios contra el PP, el Gobierno socialista de la época de Zapatero, el FROB, el Banco de España y parte de sus técnicos, a Mariano Rajoy y Luis de Guindos, los banqueros más importantes de España, la Comisión Europea...
Nos podemos preguntar: ¿Qué dijo Rato en sus declaraciones para indicar que fue un complot? ¿Tiene razón en decir que su gestión fue provocado por factores que le atacaron?
Rato arremete contra todo el mundo
Rato ha sido condenado por apropiación indebida, presunto defraudador, banquero mediocre y desacreditado en su vida política... Sus treinta años de militancia dentro del Partido Popular se mostraron en la actitud que mostró dentro del Congreso.
En definitiva, para él la culpa es de los demás. Sea una crisis económica – financiera, la corrupción, los altos cargos del PP, nunca tiene nada que reprocharse y siempre reivindicándose como una víctima de una conspiración del PSOE, del PP, de los medios públicos, de los jueces...
Rato se escudó en la crisis que empezó en la época de Zapatero y obvió cualquier responsabilidad de la burbuja inmobiliaria inflada y crediticia, alimentando con sus políticas que encubrieron la descapitalización del sector público e iniciando las privatizaciones más oscuras y especulativas realizadas en la economía española.
De su paso por el Fondo Monetario Internacional (FMI) solo se recuerda que carecía de los medios suficientes para impedir la crisis financiera de las entidades bancarias. Hasta que salió a la palestra el rescate de Bankia.
La culpa del rescate de Bankia fue de Zapatero y de Guindos
La culpa del rescate de Bankia tampoco fue suya. La culpa la dirigió hacia su expartido político, el PP. Rato estaba seguro que los mejores tiempos económicos fueron los suyos y dirigió todo su argumento hacía el rescate de Bankia.
Por otra parte, también añadió que el resultado de las fusiones de la cajas controladas por el PP, inició una destructiva guerra por el poder y el control político de Bankia llamada a ser el buque insignia de su poder económico, para él ha valido todo con tal de quitarle de la presidencia de Bankia, incluso hundir su la entidad bancaria que presidia.
Rato, se considera un buen estratega, evitó señalar al actual presidente del gobierno, Rajoy, adversario que no puede vencer en fuerza, pero no tuvo consideración por criticar las actuaciones de Luis de Guindos, a quien trató con bastante desprecio.
El ministro de economía, Luis de Guindos, después de las declaraciones de Rato comentó que no quería entrar en el juego que inició con sus declaraciones. Añadiendo: “Los ciudadanos que pagamos el rescate con nuestros impuestos, los clientes de Bankia que lo pagaron con su dinero y los trabajadores de la entidad que aun lo pagan con sus trabajos y su salud tampoco queremos polémicas.”.
En tal caso, a alguien se le tienen que pedir explicaciones de esta guerra abierta en el Partido Popular de filtraciones, hechos alternativos, auditorías amañadas, informes trucados y usos y abusos de poder que nos han costado a todos los españoles más de 40.000 millones de euros.
Los actos de Rato han demostrado que no ha habido un complot contra él
El juicio de las tarjetas black tal vez fue el juicio a una de las mayores aberraciones financieras de la historia moderna española. Un nutrido grupo de la élite política y económica del país utilizaban casi sin medida y, desde luego, sin control unas tarjetas cuyo actividad nunca fue recogida por la contabilidad del banco e incluso se ocultaron al fisco español.
Ni los auditores, ni el Banco de España, según se dijo en el juicio, conocían su existencia. Y eso a pesar que durante la mayor parte de la vida de esas tarjetas la entidad de la que procedía del dinero era Caja Madrid, la caja pública de todos los madrileños.
Rato, sin tener culpa de nada, se gastó 3.547 euros en un día en bebidas alcohólicas de su tarjeta opaca de la entidad bancaria que presidía.
Después de dimitir, dos años y cuatro meses después de incorporarse en su cargo, lo que le dió derecho a una indemización de 1,2 millones de euros, que pudieran haber sido 4,6 millones de euros si no se hubiese aprobado una reforma que limita el blindaje de los salarios de entidades rescatadas a 600.000 euros anuales.
A parte por Bankia, Rato se ha sentado en el banquillo por los delitos de falsedad contable y fraude a inversores. Además, en su proceso judicial particular, la fiscal Anticorrupción le imputó de los delitos de fraude a la Hacienda pública, malversación de caudales públicos, cohecho, blanqueo de capitales, insolvencia punible y corrupción de particulares, que pueden acercarle a más décadas entre rejas.
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Imagen | RTVE