Las tarjetas "revolving" van a ser el gran tema financiero de los tribunales en los próximos años, según apuntaba esta mañana El País. Varios bufetes de abogados están demandando a los emisores de dichas tarjetas por usura. El Tribunal Supremo acabará pronunciándose y quizá los bancos se llevarán otro revés, como con las clausulas suelo.
Pero, ¿qué son las tarjetas "revolving"? ¿Por qué están en entredicho? ¿Cómo hacen para que sus clientes acaben con una deuda inabordable? Vamos a explicar todos estos puntos.
¿Qué es una tarjeta "revolving"?
Una tarjeta de crédito, como su propio nombre indica, no retira el dinero de la cuenta de su usuario de forma inmediata cuando se efectua una compra con ella, sino que se paga a futuro. Y dentro de las tarjetas de crédito existen varias formas de pago del saldo pendiente.
Lo más habitual es a mes vencido. Es decir, durante un periodo de 30 días se van efectuando compras con la tarjeta y al final del periodo llega una factura y se paga todo de golpe. Algunas tarjetas incluso permiten que sea a dos meses. Este tipo de pago no suele tener tipo de interés, es decir, la tarjeta no cobra por dar crédito durante 30 ó 60 días.
Otra modalidad que permiten las tarjetas es el pago aplazado. Si un cargo es muy importante la tarjeta permite aplazar el pago durante varios meses. En este caso sí que se aplica un tipo de interés y es donde realmente ganan dinero los emisores de las tarjetas.
Por último, existen las tarjetas de tipo "revolving" que automáticamente aplazan siempre los pagos. Unas tarjetas establecen pagar cada mes un porcentaje del saldo pendiente (con un mínimo y máximo) o directamente que únicamente se pague una cuota fija.
¿Cuál es el peligro de estas tarjetas "revolving"?
Lo que se está denunciando es que, usando estas tarjetas, el consumidor está asumiendo un crédito a unos tipos muy elevados. Las tarjetas de crédito suelen tener unos tipos que rondan el 20-25% TAE. Esto es un tipo mucho más elevado que un préstamo personal.
La duda que están resolviendo los tribunales es si ese tipo es usura o no. Algunos están dando la razón a los clientes y otros a los bancos, aunque parece que los bancos no quieren que un caso de estos llegue al Supremo por miedo a que declaren estas prácticas de usura, unificando criterios.
Como consejo al consumidor, si hay que financiar una compra lo mejor es siempre acudir directamente al banco. Es más, muchos bancos permiten, de forma completamente online, sin acudir a una oficina, financiar el recibo de la tarjeta de crédito (el cargo que llega al banco) con unos tipos de interés mucho más bajos que el de la propia tarjeta.
¿Cómo puede la deuda aumentar de una forma desproporcionada?
EL verdadero peligro de las tarjetas de crédito "revolving" es cuando el pago mensual es fijo, ya que puede darse el caso de que este fijo no cubra el interés y por tanto el principal aumente sin control.
Vamos a poner un ejemplo. Imaginemos que una tarjeta cobra un 25% de interés anual y tiene un pago fijo de 100 euros al mes. El cliente puede estar seguro de que compre lo que compre solo pagará 100 euros al mes.
El cliente entonces efectua una compra de 6.000 euros (esas vacaciones para la familia que tanto deseaba). Al final del primer mes habrá pagado 100 euros, y del saldo pendiente (5.900 euros) la entidad cobrará los intereses (el 25% de 5.900 euros, dividido entre 12 meses, es decir, 123 euros). Por tanto el saldo pendiente para el próximo mes son 6.023 euros. Más que lo que debía al principio.
Si este cliente no usa más su tarjeta, pagando 100 euros al mes nunca llegará a pagar el principal. Todo lo contrario, cada mes deberá más dinero al banco.
El ejemplo que he puesto es muy ajustado, pero si el saldo pendiente es alto y el pago mensual fijo es bajo, el saldo pendiente empieza a crecer de forma rápida y peligrosa.
¿Cuál es la solución?
Aunque está muy claro que la formación financiera es muy baja en España, en otros países como EEUU es más alta, y sin embargo la deuda por tarjetas de crédito es una de las principales causas de quiebra personal. Por tanto, aunque una mayor formación financiera de la población debería estar en la agenda de forma permanente, no es una solución mágica.
La solución a este tipo de deudas inabordables es que no estén permitidas. Debería estar prohibido que los pagos fijos sean inferiores a los intereses devengados. Esto no pasa en otros productos como las hipotecas (cuando hay carencias no se amortiza principal, pero sí los intereses para que la deuda no crezca) y no debería pasar en las tarjetas de crédito.
Yo creo que el debate se está enfoncando mal. Es normal que las tarjetas de crédito cobren intereses altos, ya que es el producto con mayor morosidad. Lo que no puede ser es que un cliente que no sea moroso vea como su deuda aumenta. Las tarjetas "revolving" con pago fijo deben estar prohibidas (el fijo tiene que subir si la deuda es alta). Por tanto tanto el Banco de España como los denunciantes deberían tirar más hacia ese punto que al tema de los tipos de interés, que debería ser examinado pero no como punto principal.