Los pilares más básicos de la piedra angular sobre la que pivota el sistema de pensiones en España, el Pacto de Toledo, está a debate, y la garantía de sus compromisos pende de un hilo cada vez más fino.
Esta situación se presenta por las dudas que genera el proyecto de ley que verá la luz el próximo 28 de enero, que dejará el mayor poder decisión de su Comisión en manos del gobierno. Terminando con los intereses de las partes al eliminar el quórum de todas las partes que hasta ahora lo integraban, sembrando muchas dudas respecto a su gestión en el futuro.
Los dos conflictos mayúsculos que actualmente hay a debate, son:
El interés del gobierno en introducir ciertos 'extremos' que no son compartidos por el resto de partidos políticos que forman la Comisión, especialmente en lo que respecta a la negativa de garantizar por ley un incremento nominal de las pensiones acorde al nivel de vida, garantizando el poder adquisitivo de los pensionistas, tal y como se acordó en el año 2003
El 'café para todos' de el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años
El principal problema del que adolece el sistema de pensiones es su sostenibilidad financiera, puesto que cada vez sus cuentas se encuentran más famélicas, con el incremento de los gastos a un ritmo mayor del previsto, y la caída en el nivel de sus ingresos. Una situación muy complicada, que más que nunca, desde que vio la luz este gran pacto de Estado en el año 1995, necesita de consenso y de compromisos.
Por todo ello, afirmo que es el fin del Pacto de Toledo, porque se quieren sobreponer los intereses del gobierno sobre el resto, intereses que siempre se han consensuado, permitiendo que un acuerdo 'global' entre ideologías políticas logre el 'buen fin' en pro de la sostenibilidad del sistema.
Vía | Cinco días En El Blog Salmón | Zapatero confirma que ampliará la edad de jubilación a los 67 años Imagen | srgblog