Me he acordado de la misma al escribir el post sobre Uber y la doble agresión a la que está siendo sometida en Francia. Por un lado por los taxistas, los "fabricantes de velas" que usa Bastiat para desacreditar al proteccionismo, pero mucho más violentos que estos. Por otro, el de los destinatarios de la misiva del economista, los políticos, capaces de lastrar un avance tecnológico para proteger una base clientelar.
No me suena que Bastiat, como vasco-francés sea una figura que el nacionalismo vasco defienda como propia. Es lo que tiene ser liberal. Se dice que Einstein afirmó en su momento:
Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío.
En el caso de Bastiat, precisamente quizás por tener razón, se ha convertido en un economista apátrida.
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