Los que quieren más gasto dicen que, dada la gravedad de la crisis y del peligro de recaer en recesión o peor, mejor reforzar las políticas de gasto siguiendo el liderazgo del gran ayatollah del despilfarro, profesor Krugman, que piensa que, hasta ahora, los gobiernos han pecado de no haber gastado suficiente y que deben hacer aún más.
Como el profesor Barro pide dejar ya los gastos estatales indiscriminados, es criticado por el profesor Krugman, supongo que molesto porque salió en su casa, el New York Times, algo defendido por su compañero de facultad, profesor Mankiw, aunque no suficiente.
Por fin tenemos a un economista de renombre, que se pronuncia en contra del gran despilfarro y diciendo lo que me ha parecido obvio desde hace mucho, que si todavía estamos en situación económica precaria, ¿no será porque tres años de grandes despilfarros no es lo que las economías necesitan, que no han funcionado y que no funcionarán? Como profesor Barro es el segundo en la lista de los economistas vivos más citados en las investigaciones económicas, algo sabrá sobre la economía.
Profesor Barro nos resume en un breve párrafo lo que deben absorber los que apoyan el gran despilfarro y que parece que no se enteran que es lo siguiente:
What drives investment? Stable expectations of a sound economic environment, including the long-run path of tax rates, regulations and so on. And employment is akin to investment in that hiring decisions take into account the long-run economic climate. The lesson is that effective incentives for investment and employment require permanence and transparency. Measures that are transient or uncertain will be ineffective. (¿Qué impulsa la inversión? Las expectativas estables de un entorno económico sólido, incluyendo el camino a largo plazo de los impuestos y de las regulaciones etcétera. El empleo sigue el mismo camino, ya que las decisiones de contratar tienen en cuenta el clima económico a largo plazo. La lección es que los incentivos efectivos para la inversión y para el empleo deben ser permanentes y transparentes. Medidas que son transitorias e inciertas no serán efectivas.)
Yo añadiría que los gastos de los consumidores también siguen este mismo camino. Es decir que cuando das a los consumidores liquidez como resultado de políticas económicas claramente cortoplacistas, no se lo gastarán y lo ahorrarán hasta que vean las cosas más claras.
La conclusión general de las medidas que se han tomado desde el principio debería ser que las medidas reactivas y urgentes de los gobiernos no conseguirán lo que buscan, que es más inversión, más empleo y más consumo. Sólo consiguen más déficits y más dueda mientras los actores económicos, las empresas y las personas, reducen sus actividades futuras hasta que tengan más claridad y más confianza cara al futuro.
El profesor Barro, también nos da unas propuestas sobre cambios fiscales que me parecen muy correctas y que trataré en un artículo por separado.
Vía | New York Times (en inglés)
En El Blog Salmón | El problema no es el Euro, el problema son las fallidas políticas económicas
Imagen | Universidad de Harvard