La farsa de la UE continúa su recorrido y tras unos patéticos días de euforia las bolsas han vuelto a la realidad de su despeñadero. Nadie toma como certeras las "soluciones" ofrecidas por los líderes de la UE para enfrentar la crisis, y se anticipa un invierno de dudas y miedo, mucho miedo.
Esta vez, el desplome se produjo en Estados Unidos con la quiebra de MF Global, una firma de corretaje de derivados con 200 años de historia que colapsó tras su fuerte exposición a la deuda europea. La firma buscaba un comprador desde hace meses y no pudo encontrar ante la inclemencia que enfrentan los mercados financieros. Su caída constituye una contundente derrota para el jefe ejecutivo de la compañía y ex jefe de Goldman Sachs, Jon Corzine, uno de los 22 operadores autorizados para comerciar directamente con la Reserva Federal. Es también la primera quiebra que se produce en Estados Unidos directamente vinculada a la deuda europea.
Las acciones de la empresa se desplomaron un 87% en los primeros diez meses del año y ayer las bolsas debieron detener las operaciones de esta compañía ante un desplome aún mayor. La corte de Manhattan declaró que MF Global enfrentaba deudas por 40 mil millones de dólares, una cifra relativamente pequeña frente a la que tienen otras entidades. Por eso la importancia de este hecho es que se trata de un pequeño aviso frente a las instituciones expuestas a la deuda europea. Esta vez, ni la Fed ni el gobierno correrán a su rescate. Además, la Fed revocó ayer a MF Global su permiso para realizar operaciones directamente con la Reserva Federal
Hasta el momento se sabe que dos de los mayores acreedores no garantizados de MF Global son los bancos JP Morgan, con 1.200 millones de dólares en deuda, y Deutsche Bank, con más de mil millones de dólares. Jon Corzine jugó a acelerar el crecimiento de MF Global y apostó a las deudas de Italia, España, Portugal e Irlanda. Se le pasó la mano.
Los problemas de MF Global aumentaron rapidamente después que reportó una pérdida récord de 195 millones de dólares el pasado 25 de octubre. En ese momento las agencias Moody y Fitch llevaron la calidad de la deuda de MF Global al nivel de bonos basura. Si bien las cifras que manejaba MF Global eran relativamente pequeñas, es su exposición a la deuda de entidades más grandes como Goldman Sachs, Barclays y JP Morgan, entre otras, la que despierta los miedos.
Tal como ocurrió con Lehman Brothers, los ejecutivos de MF Global pasaron todo el fin de semana en desesperadas negociaciones buscando un comprador de última instancia. Sin embargo, las discrepancias en la contabilidad creativa de los libros y la opacidad de sus balances, alejaron a todos los posible compradores. Era que no, el nivel de apalancamiento de MF Global era de 82 veces (el de Lehman Brothers era 30.7 veces).
A tres años de la quiebra de Lehman Brothers todo sigue exactamente igual y el sistema financiero se mantiene en toda su fragilidad, dado que no se ha aplicado ninguna reforma al sistema. La quiebra de MF Global demuestra que los problemas que acechan al sistema financiero siguen presentes y que tarde o temprano el efecto cascada no podrá seguir siendo encubierto.
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