Rotunda negativa francesa al TTIP en su actual estado de negociaciones

La última hora en las negociaciones del TTIP es que Francia se ha opuesto hace tan sólo unas horas al acuerdo. El mandato de la Comisión Europea para las negociaciones del TTIP establece que éste ha de ser ratificado, no sólo por la propia Comisión Europea, sino adicionalmente también por todos los estados miembros, necesitando más concretamente la aprobación parlamentaria de los diferentes parlamentos nacionales. Ello significa que la negativa francesa sentencia al TTIP a, por lo menos, un parón en las negociaciones, al menos de momento, abriendo la puerta a un posible fracaso definitivo.

El TTIP o Tratado Transatlántico de Libre Comercio

Según analizamos el acuerdo al completo y sus polémicas en este artículo de esta misma semana, al aunar las zonas comerciales de Estados Unidos y la Unión Europea, el TTIP supondría la creación de la mayor zona de libre comercio del planeta, sumando un 60% del Producto Interior Bruto mundial, y unificando un mercado de 800 millones de consumidores con alto poder adquisitivo de media.

Pero la firma del TTIP no ha estado exenta de polémica en ningún momento. Desde sus inicios, el secretismo con el que muchas veces se han llevado las negociaciones ha levantado las suspicacias de ciertos sectores de la población, con incluso manifestaciones públicas en varios países. Los principales temores se centran en la parte europea y en la posible pérdida de calidad en el mercado laboral y una reducción de los altos estándares de regulación medioambiental alcanzados en la Unión.

El mecanismo de la disputa

Uno de los principales y tradicionales mecanismos de disputa, el ISDS o mecanismo de “Investor State Dispute Settlement”, planteaba la existencia de un tribunal de arbitraje. Dicho tribunal de arbitraje tendría incluso capacidad sancionadora, y podría permitir a las compañías emprender acciones legales contra un estado cuya legislación tuviese un impacto negativo en su actividad económica. Este mecanismo siempre ha sido el causante de diferentes tensiones y resistencias, especialmente intensas precisamente por parte de Francia, pero también de Alemania, por lo que el desenlace final, sin pretender restarle ni un ápice de importancia, tampoco debería provocar gran sorpresa.

Matthias Fekl, el secretario de estado francés para comercio exterior, ya había declarado a finales del año pasado ante el Senado francés que “Francia no quería que el ISDS fuese incluido como parte del mandato para las negociaciones. Debemos proteger el derecho del estado frances a establecer y aplicar sus propios estándares, y a mantener la imparcialidad del sistema de justicia, permitiendo al pueblo de Francia y al mundo reafirmar sus valores”.

Por su parte, los negociadores estadounidenses argumentaban que que el ISDS nunca ha sido, ni será, un mecanismo para que el mundo de los negocios desafíe las legislaciones nacionales con las que no puedan estar de acuerdo.

Las recientes filtraciones

Hace tan sólo unos días, según publicó Xataka en este artículo, Greenpeace ya filtraba unos borradores de los documentos del acuerdo que revelaban el alcance real del TTIP. Tratándose de Greenpeace, es lógico que filtrasen los documentos haciendo especial hincapié en una de las áreas en las que nuestros gobernantes han ocultado importantes datos: el área de la protección al medio ambiente. En los borradores filtrados queda claro que el objetivo es "la gestión de sustancias peligrosas en lugar de evitarlas"

A raíz de las filtraciones, la Comisión Europea publicó un comunicado en el que insistían en que los textos filtrados no son definitivos, y tan sólo "reflejan la posición de cada parte en la negociación, sin más". En el comunicado, las autoridades europeas remarcan además que "la industria de la UE no tiene más acceso a las posiciones de negociación de la UE que otros participantes. Tomamos en cuenta sugerencias de la industria, pero se aplica el mismo principio a sugerencias de organizaciones comerciales, grupos de consumidores y organizaciones de salud o medioambientales". De hecho, en el comunicado, la comisionada europea para el comercio asegura que "ningún acuerdo de comercio en la Unión Europea rebajará jamás el nivel de protección a los consumidores, o la seguridad alimentaria, o el medioambiente".

El 'No' francés

Ha sido el propio presidente francés, François Hollande, el que ha señalado en las últimas horas que Francia no ratificará el acuerdo. Ha declarado ante un grupo de dirigentes literalmente que “En este punto de las negociaciones, Francia dice 'No'”. Ello no sólo produce un momentáneo parón en las actuales negociaciones, sino que además hace que el escenario de un fracaso definitivo del acuerdo parezca hoy más probable.

El presidente Hollande ha afirmado que él nunca aceptará el acuerdo en su forma actual a causa de las nuevas reglas del juego que establece para Francia y para el resto de Europa, en lo que se refiere a la agricultura y a la cultura especialmente, reclamando que son demasiado favorables hacia los intereses de los negocios estadounidenses.

Por otro lado, Matthias Fekl, el secretario de estado francés para comercio exterior, ha declarado ahora que es probable que el tratado se rompa y que las negociaciones se suspendan. También dijo que Francia pondría un alto a las conversaciones en caso de que no se progresase antes de Septiembre, lo cual dice ahora que representa actualmente la opción más probable.

Imágenes | Pixabay pixelcreatures | Pixabay geralt

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