Nigel Farage, del partido independentista de Reino Unido, ha puesto a caldo a Mariano Rajoy, el plan de rescate y el problema de financiación del BCE. Este discurso hay que cogerlo con pinzas, pero apunta a una serie de claves interesantes para el debate.
La primera de ellas, la actitud política de Rajoy y su gobierno con la negación del rescate y las acciones que se han puesto en marcha a posterior. De ahí que el calificativo como el gobernante más incompetente de toda Europa ya esté sonando en la tribuna de Estrasburgo. Aparte de la propia crítica política, el eurodiputado señala los siguientes puntos:
- Los países que integran las aportaciones a los fondos de rescate europeos no pueden financiarse en los mercados al 6%-7% (caso de Italia) y prestar al 3% a la banca española. Se genera una traslación fiscal del problema para todos aquellos países que se financian por encima del tipo de interés del plan de rescate.
- Los 100.000 millones de euros, no son una cifra final. ¿Qué pasa si nuestra banca recibe 100.000 millones y en un par de meses dice que resulta que se han equivocado, que no volverá a ocurrir pero que necesitan 300.000 millones más?
- Los bucles de financiación del BCE, los colaterales de la deuda pública europea y el balance del BCE es papel mojado si el euro salta por los aires. ¿Cómo recupera el BCE los vencimientos de deuda si los países salen del euro?
En cualquier caso, las recetas que se han puesto en marcha no sirven y explican perfectamente cómo la prima de riesgo, los tipos de interés de la deuda y las elecciones griegas, han pasado a un segundo plano.
El caso es que por toda Europa están surgiendo unas corrientes antieuropeistas importantes, que en cada país está tomando fuerza un partido separatista, que ataca al euro, a la inmigración y a los extranjeros y que estos caldos de cultivo no suelen traer políticas muy democráticas en la mayoría de los casos. Cuidado con estas corrientes que nos pueden sorprender cualquier día.
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