Parece que el capital riesgo está moviéndose últimamente por los proyectos web 2.0 de EE.UU. El último agraciado, con una cantidad que aún no se ha hecho pública, es Last.fm, un servicio online mediante el cual los usuarios pueden compartir sus gustos musicales, encontrar a otros con preferencias similares, escuchar emisoras de radio por Internet basadas en sus afinidades y así conocer tanto a personas como artistas.
Last.fm ha tenido un espectacular crecimiento en el último año, cuando ha llegado a consolidarle como la décima emisora más escuchada en EE.UU. Y ahora, con más dinero que viene de las mismas manos que se lo dio a Skype (Index Ventures) es probable que siga creciendo. Este tipo de servicios siempre me han resultado muy interesantes, tanto por su utilidad para descubrir nueva música que no conocía, como por su enfoque de negocio. Al final, llegado determinado momento de la vida, dejamos de buscar nueva música y nos refugiamos en la que ya conocemos, por lo que llegada una determinada edad dejamos de consumir música porque ya tenemos toda la que queremos escuchar. Pero esto servicios nos ayudan a seguir descubriendo y consumiendo, por lo que resultan de tremenda utilidad para alargar el ciclo de vida de los clientes de las discográficas.
Vía | El Mundo