Los fabricantes americanos, europeos y japoneses están sufriendo con el coche eléctrico. No están consiguiendo fabricar los coches que pide el público al precio que quiere pagar. Un ejemplo muy bueno es Stellantis. Stellantis viene de la fusión de tres grupos: El francés PSA, el italiano Fiat y el estadounidense Chrysler. Este grupo ha lanzado un Profit Warning, ha suspendido la producción de su coche eléctrico Fiat 500 y además está despidiendo a trabajadores en Italia y EEUU.
Según el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, no se debe reducir la velocidad de la electrificación y la culpa se debe a los malos incentivos puestos por los gobiernos. Según los trabajadores de Stellantis han invertido poco en la electrificación. Stellantis por ejemplo distribuyó a los accionistas comprando 1.100 millones de su propio capital. Dinero que se podría haber invertido en desarrollar coches eléctricos.
La Unión Europea ha aprobado recientemente aranceles a los coches eléctricos fabricados en China. Tiene sentido. Por un lado en Bruselas creen que China ha subvencionado los desarrollos de coches eléctricos, por otro quieren proteger la amenaza de destruir una de las principales industrias europeas. Los grandes fabricantes europeos (Stellantis, Volskwagen y Renault) en cambio han levantado la voz afirmando que es un peligro. Aunque pueda parecer contraproducente
Por un lado es cierto que como afirman, los aranceles son una solución temporal, y lo que deben hacer estas empresas es conseguir competir con los fabricantes chinos. Pero el motivo principal es porque estos grandes fabricantes europeos lo que han decidido es que si no puedes con tu enemigo, lo mejor es que te unas a él. Renault ha vendido un porcentaje significativo de su división de motores al fabricante chino Geely y planea aprender de los fabricantes chinos para traer el ansiado coche eléctrico barato de los 20.000€. Por otro lado Stellantis y Volkswagen planean traer coches made in China a Europa. Volkswagen fabricando algunos modelos como el Cupra Tavascan, pero la estratrgia de Stellantis es mucho más lanzada.
Stellantis ha tomado una participación en la startup china Leapmotor y creado una sociedad con este fabricante del que controla un 51% para vender en exclusiva modelos fuera de China. Stellantis esperaba aprovechar esta alianza para competir con los fabricantes chinos en Europa como MG que ofrecen producto barato.
El problema de los fabricantes europeos es tal que Stellantis, Mercedes, Audi, Porsche o Volkswagen están planeando en cerrar producción en Europa. A esto hay que sumar la victoria de Donald Trump, que previsiblemente incrementará los aranceles sobre los coches made in Europe, algo que puede afectar negativamente a los fabricantes alemanes (en menor medida a Stellantis).
Carlos Tavares está fuera de Stellantis
Carlos Tavares va a ser retirado de la cabeza de Stellantis. De hecho ya le están buscando un sustituto, veremos quién está dispuesto a hacer este trabajo. Porque los planes de Stellantis era vender un 100% de modelos eléctricos en 2030 y el 50% en EEUU. Ese objetivo parece cada vez más difícil de cumplir, no sólo para Stellantis, sino para cualquier fabricante de vehículos europeo, japonés o norteamericano (con la excepción de Tesla).
La fabricación de los coches eléctricos está siendo difícil para los fabricantes. Por un lado tienen a Tesla que baja los precios de sus modelos más econó micos. Por otro lado tienen a la creciente y feroz competencia de china. Marcas como MG, BYD, Lynk&Co u Omoda se han convertido en algo normal en nuestras carreteras. Esto era impensable hace tan solo unos pocos años. De hecho BYD sólo lleva 22 años produciendo coches.
Los fabricantes chinos como BYD tienen una ventaja respecto a los occidentales, la integración vertical. De este modo están consiguiendo reducir los costes de estos vehículos. Esto es diferente frente a lo habitual de fabricantes más tradicionales como Stellantis, General Motors o Volkswagen que están acostumbrados a tratar con múltiples proveedores. Cuando estamos hablando de baterías y motores eléctricos, esto se convierte en una ventaja fundamental.
Hace poco salió la noticia de que el CEO de Ford estaba encantado con un coche chino. Los fabricantes chinos están ofreciendo un producto igual o mejor que el de la competencia tradicional, especialmente cuando se habla de eléctricos, y a mejor precio. Este es el motivo por el que lo tienen muy complicado con la competencia que está llegando China ahora.