Negros nubarrones se ciernen sobre el fabricante británico de automóviles MG Rover. La renuncia por parte de la china SAIC (Shanghai Automotive Industry Corporation) a seguir adelante con las negociaciones mantenidas para formar una alianza han puesto en jaque a la compañía británica, obligándola a ponerse bajo "administración pública" (figura británica similar a la quiebra).
Esta situación pone en franco peligro unos 6.000 puestos directos y casi 30.000 directos. La magnitud del riesgo había hecho involucrarse de forma muy directa al Gobierno británico, dispuesto a apoyar la alianza con SAIC con un fuerte soporte financiero. Sin embargo, aun con semejante "padrino", la compañía china tiene serias dudas sobre la viabilidad de la alianza y por ello la desestima. Ahora, se especula incluso con las posibles repercusiones de este fracaso sobre las posibilidades del partido laborista de cara a las próximas elecciones generales.
El previsible cierre de MG Rover se une a otras malas noticias para la industria británica, como el reciente cierre de la planta de Jaguar o las pérdidas declaradas en la planta de Peugeot.
Noticias, todas ellas, que ponen en duda la viabilidad del modelo industrial vigente en Gran Bretaña, y por añadidura en toda Europa occidental, ante la creciente pujanza de Europa del Este y los países asiáticos. Lamentablemente, es difícil creer que ésta será la última noticia en este sentido que oigamos en los próximos meses.
Vía | CNN.com