Hace tiempo que han tenido que maniobrar en la oscuridad para asegurar que puedan levantar la cantidad necesaria. Tuvieron que convencer a varias empresas estatales de energía, tuvieron que torcer el brazo de algunas de las empresas privadas de petroleo e, incluso, tuvieron que llamar a los billonarios rusos, amigos del Presidente Putin, para que les echen una mano. Al final, entraron las empresas Petronas, la petrolera estatal de Malasia, CNPC, la petrolera estatal de China, que entre las dos invirtiendo $1.500 millones, la empresa británica con grandes inversiones en Rusia, BP, entró con $1.000 millones, y no han anunciado cuántos billonarios rusos entraron, aunque durante el proceso, Roman Abramovich, uno de ellos, dijo que el pensaba invertir entre $300 y $400 millones. A todos estos seguro que han ofrecido otros incentivos no especificados publicamente, que inversores normales no tendrán, ofertas adicionales que están contra de las normas de las bolsas, por cierto, aunque muy difícil de probar.
Lo que si sabemos es que los fondos internacionales tomaron menos del 35% de la operación y para una salida internacional, con cotización en una bolsa internacional, en una empresa en el sector petrolero, con los precios del petróleo por las nubes, consiguieron este porcentaje ridículo.
Un claro fracaso de oferta pública de venta (OPV).
En El Blog Salmón | Invertir en Rusia es para los valientes