- Elevación del mínimo personal a un nivel mínimo de 12.000 euros de ingresos. No tiene sentido tener un mínimo personal de 5.151 euros, porque con esa cuantía no se cubre el mínimo vital hoy por hoy.
- Adaptación de la figura de pareja de hecho al IRPF nacional. Las parejas de hecho no pueden optar con la declaración conjunta en los casos que les interesa, existiendo una laguna jurídica importante en el tratamiento de la unidad familiar dentro del impuesto.
- Exención plena para los dividendos empresariales de sociedades no cotizadas. Uno de los problemas más serios que tenemos con las pymes en este país es la constante descapitalización que sufren y el desvío de tesorería para compras de bienes y productos desde la empresa para el disfrute de los socios. El origen de este problema esta en la doble imposición que tenemos por los rendimientos del trabajo y las sociedades propias. Tributar por sociedades es doble imposición, se mire por donde se mire.
- Eliminación completa de las deducciones en el IRPF a cambio de rebaja del primer tramo que se defina. El efecto general sería más positivo para rentas bajas y entonces sí se mejora la renta disponible de la gran mayoría para afrontar con garantías la más que previsible reclasificación de productos al tipo de IVA general y subida del resto de impuestos indirectos.
Los objetivos prioritarios de la reforma del IRPF deben perseguir que las rentas bajas de verdad, considerando como renta baja 24.000 euros para una pareja con un hijo, no pague un solo euro en impuesto directo y se recauden vía indirectos.
En El Blog Salmón | ¿Cómo te gustaría que fuese la próxima reforma fiscal? La pregunta de la semana, La reforma fiscal que se nos viene encima, ¿Puede ser progresivo un IRPF con un tipo único? Imagen | Vecinodelquinto