El Fondo Monetario Internacional (FMI), a través de su saliente economista en jefe, Olivier Blanchard, a final de la semana pasada nos explica los errores de los acreedores europeos y del FMI mismo del programa de rescate del 2010 y del camino a seguir ahora. Supongo que recordando estos errores ha ayudado a acreedores europeos y al FMI en sus negociaciones que se han sufrido durante todo este fin de semana.
Las principales críticas
Las principales críticas que resalta son las siguientes cuatro:
El programa de 2010 no hizo más que aumentar la deuda y exigió un ajuste fiscal excesivo.
Antes del programa del 2010, la deuda griega ya sumaba 300.000 millones de euros, un 130% del Producto Interior Bruto (PIB) añadido al déficit público de 36.000 millones de euros, el 15,5% del PIB.
La deuda griega ha subido en 12% al año y era claramente insostenible.
Recuerda que, si el programa en 2010 no hubiera ido adelante, los griegos hubieran tenido que buscarse la vida, con la necesidad de encontrar financiación de entre el 20% y el 25% de su PIB y, como no hubiera podido encontrar esa financiación, se hubiera sido forzado a recortar el presupuesto en esa cantidad o suspender pagos.
En el segundo caso tendrían que buscarse la vida solos, incluso con la necesidad de reducir el presupuesto en un 10% del PIB de la noche a la mañana, llevando a ajustes sociales y a sufrimiento social mucho más fuertes que los que el programa pedía, que dió cinco años para ajustar el presupuesto hasta llegar al balance.
Incluso si el gobierno griego hubiera repudiado su deuda, hubiera tenido que eliminar su déficit primario de golpe. No hubiera habido alternativa a reducir gastos y a subir impuestos.
La financiación a Grecia se utilizó para pagar los bancos extranjeros.
La reacción inicial de la Troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) fue guiada por la memoria de Lehman y temían el contagio y la falta de cortafuegos financieros preocupaba mucho. Otra vez el fantasma de Lehman se utiliza años después de Lehman para justificar rescates de los bancos.
Dice que un tercio del dinero se utilizó para salvar a los bancos griegos y, como consecuencia, a los depositantes y domicilios griegos. Así justifica rescatar a los bancos sin hablar de que los depositantes normales estaban protegidos igual, con el fondo de garantía de depósitos. Salvar a los bancos para salvar a los depositantes será para salvar a los depositantes grandes, es decir, a los que más tienen una vez más.
Nos recuerda que los acreedores privados no se rescataron del todo, ya que tuvieron que sufrir unas pérdidas del 50% de los 200.000 millones de euros de deuda privada, llevando a una reducción de deuda de la mitad, 100.000 millones de euros, una reducción de 10.000 millones de euros por cada ciudadano griego. Qué bien suena...
Justifica la transferencia de la deuda de los acreedores privados a los acreedores públicos, es decir a todos nosotros, diciendo que vino con muchas mejores condiciones para Grecia. El ejemplo que nos da es que el año pasado los pagos de interés de Grecia fue de 6.000 millones de euros o el 3,2% del PIB, comparado con 12.000 millones de euros en 2009.
Esta cifra reducida ha significado que Grecia pagó menos en intereses el año pasado, comparado con su PIB, que Portugal, Irlanda o Italia.
Las reformas han perjudicado el crecimiento y llevado a una depresión.
Las reformas estructurales pedidas, junto con la austeridad fiscal, han perjudicado el crecimiento y han dado lugar a una depresión económica.
Dada la baja productividad de Grecia antes del programa las reformas estructurales eran muy necesarias, incluyendo las siguientes:
- la reforma del sistema fiscal
- mejoras en la colección de impuestos
- la reducción de barreras de entrada a las profesiones
- la reforma de las pensiones
- las reformas a la negociación colectiva
- la reforma del sistema judicial
Suenan familiares estas reformas que piden desde la Troika, ya que se repiten reiteradas veces en muchos países, sin embargo, lo que vemos introducido en estos países es poco efectivo.
Critica al gobierno griego por avanzar en este programa de reformas en nada o poco. No obstante, admite que la falta de reformas es sólo una parte del impacto negativo sobre el decrecimiento del país, decrecimiento que ha sido bastante peor de lo proyectado. También impactaron los siguientes elementos que todos contribuyeron:
- las crisis políticas
- las políticas inconsistentes
- las reformas insuficientes
- los miedos al Grexit
- la confianza empresarial baja
- los bancos débiles
Los acreedores no han aprendido nada y siguen repitiendo los mismos errores.
El nuevo gobierno griego no hizo repensar sus políticas a la Troika ya que ni se dieron cuenta que el nuevo gobierno, que había hecho campaña en contra de los medidas acordadas anteriormente, no seguiría con las mismas medidas económicas que había criticado.
Un conjunto más limitado de reformas estructurales, y/o un ajuste fiscal más lento implica, aritméticamente, necesidades más grandes de financiamiento y, por implicación, más necesidad de alivio de la deuda. Parece obvio pero no se enteró la Troika.
Concluye ahora que una solución equilibrada necesitaría ajustes, financiación y alivio de la deuda, comentado en estas páginas, parece que no quiere utilizar las palabras quita de deuda.
El FMI evaluó las necesidades futuras para una salida equilibrada y concluyó que se necesitaría reformar el sistema del impuesto sobre el valor añadido (IVA), para ampliar la base imponible, y reformas del sistema de pensiones, para situarlo en situación sostenible, aunque no explica cómo define la sostenibilidad en las pensiones. Luego proclama, parece que con orgullo, que están de acuerdo con los acreedores europeos.
Hasta el referéndum y sus posibles consecuencias para el crecimiento, dice que creían que sus hipótesis sobre el superávit primario y sobre la sostenibilidad de la deuda se podría lograr a través de la reestructuración de la deuda existente, y con vencimientos más largos para la nueva deuda.
Luego proclama que esto se reflejó en el análisis de sostenibilidad de la deuda preliminar que publicaron antes del referéndum. Demasiado sacar pecho cuando, después de tantos años negociando y exigiendo, el informe lo sacaron al último momento y a regañadientes.
Un camino a seguir
Animan a la Troika a seguir negociando sobre lo mismo que antes del referendum, basado en la necesidad de reformas pero, también, de más dinero y de alivio de la deuda, es decir, quita de deuda.
Conclusión
Profesor Blanchard admite errores pero se justifica hasta el final.
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