Según este ranking, los países en los que la percepción de la corrupción es menor son Dinamarca (92 puntos), Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia, Noruega, Suiza, Singapur, Países Bajos y Luxemburgo. En el lado contrario de la balanza, los más corruptos son Eritrea, Libia, Uzbekistan, Turkmenistan, Irak, Sudán del Sur, Afganistán, Sudán y, cerrando lista, Corea del Norte y Somalia (8 puntos).
En el caso de España, nuestro país se sitúa en la posición 37 de los 175 países analizados, con una puntuación de 60 sobre cien. El presidente de Transparencia Internacional España (TIE), Jesús Lizcano, ha destacado que la corrupción en España "no es sistémica", "no está extendida" y "se centra en el ámbito político con la complicidad de ciertas empresas". Sin embargo, considerando solamente los 30 países europeos analizados, España ocuparía la posición 19, lo cual es bastante memorable.
Peor que España es la situación de Italia o Grecia, países con los que la comparación es inevitable por la situación económica semejante que atravesamos, empatados en la posición 69 del ranking con tan sólo 43 puntos y al nivel de países bastante menos desarrollados como Sudáfrica, Rumanía o Senegal.
Aunque resulte una obviedad, no es España uno de los países más corruptos del mundo, por mucho que los últimos acontecimientos pudiesen incitarnos a pensarlo. Nuestro problema propio quizás sea la sensación de impunidad ante los casos de corrupción que con tanta frecuencia se suceden en los últimos años.
En El Blog Salmón | El grave problema de la corrupción en España continúa y 9 medidas (claramente insuficientes) para luchar contra la corrupción según Rajoy