En un reciente discurso, Jens Weidmann, presidente del Deutsche Bundesbank, el banco central alemán, nos trae su visión de la regulación y los peligros cara al futuro. Nos recuerda los principios del tratado de Maastricht, ¿alguien recuerda este tratado?, que todos los miembros del Euro firmaron y que cró el Euro, refleja los siguientes principios:
- El enfoque sobre el principio de la apertura de los mercados, garantizado por el mercado único europeo.
- El principio de subsidiariedad, donde cada asunto debe resolverse por la autoridad más próxima al ciudadano.
- El principio de la responsabilidad, que dice que cada país tiene responsabilidad sobre su situación y que el resto no tiene la responsabilidad de ayudar a cualquier otro miembro.
- La primacía de la política monetaria.
Con tanto hablar de que Alemania quiere el mando sobre todo lo que hacemos, en estos momentos se está criticando a la Merkel en las calles de Chipre, es bueno ver que el presidente de su banco central nos recuerde el principio de subsidiariedad.
Por otra parte, los políticos nacionales han colocado la bandera blanca y declarado que ellos no pueden resolver la situación. Su respuesta a este sentimiento de fracaso y de impotencia es pasárselo a los políticos europeos para que sea su problema. Esta respuesta no es lo que debería ser: apartarse y dejar a otra persona hacer el trabajo. El principio de subsidiariedad era válido cuando se firmó el Tratado de la Unión Europea en la ciudad holandesa de Maastricht y el principio de subsidiariedad sigue siendo válido y los políticos nacionales que no se sienten capaces, que se marchen y dejen espacio para que otros trabajen.
También cabe recordar el tercer punto en estos tiempos en que los países débiles, no sólo están en la cola pidiendo ayudas de los más ricos, pero lo hacen como si tienen un derecho de recibirlo. Cuando los países ricos piden que hay que pensar dos veces todas estas ayudas, también pueden recordarnos de este principio del tratado de Maastrich, que aunque ahora existe el Euro, no quiere decir que pueden dejar la responsabilidad en la puerta y seguir con la fiesta.
El último punto ha demostrado su importancia con los miles de millones que ha soltado el Banco Central Europeo a los bancos europeos, demostrando la irresponsabilidad y el descontrol del BCE y, aún peor, demostrando su falta de independencia.
Sr. Weidmann nos recuerda que el BCE debe ser, primero, libre de influencia política y, en segundo lugar, con un mandato claramente definido con la estabilidad de precios como su objetivo principal. Su actuación ultimamente demuestra que ha perdido su rumbo en los dos de estos elementos.
Vinculado a este descontrol, las grandes inyecciones han incumplido con la prohibición de que las actividades del BCE financien las políticas fiscales de los gobiernos. Los listos del BCE han evitado esta restricción invirtiendo en bonos del Estado, pero sólo los que están en manos de los bancos. Una manipulación de las reglas poco encubierta.
Sr. Weidemann advierte que los altos déficits públicos generalizados y las cantidades billonarias emitidas por el BCE nos llevan en el camino de la alta y creciente inflación y, como es obligado, nos insta a tomar estas cosas en serio antes de que sea demassiado tarde y tendremos que frenar de forma aún más aguda. Estamos en camino de boom and bust.
Advierte que, si no nos enfocamos en el principio de responsabilidad, donde las consecuencias las debe sufrir el que sigue el camino equivocado, y del retorno a responsabilidad del BCE, estamos preparando el camino para la siguiente crisis. Que no digamos que no fuimos advertidos.
Una voz en Europa sabia, aunque muy solitaria.
En El Blog Salmón | Qué hay que hacer, según Jens Weidmann Imagen | Bundesbank