Ralentización del crecimiento, desplazamiento de la pujanza desde el sector de la construcción hacia el de bienes de equipo, reducción del consumo interno y mayor importancia de las exportaciones equilibrándose así la balanza comercial, subida de los precios entorno al 2,3%, reducción de los flujos migratorios y consecuente equilibrio del mercado de trabajo que derivará en mayores sueldos...
Pues yo miro a la misma bola de cristal y veo nubarrones. Desde luego, estoy convencido de que la construcción perderá fuelle. Lo que no tengo tan claro es que estemos en condiciones de que surja otro sector capaz de erigirse en motor económico: ¿en qué industria estamos en condiciones de competir a nivel internacional? ¿Algo que pudiésemos hacer de forma masiva? También creo que nuestras empresas todavía no han desarrollado su capacidad comercial en el exterior como para que las exportaciones puedan sostener un más que probable descenso del consumo interno.
Es posible que se reduzcan los flujos migratorios (¿en dos años nada más?) pero no de una forma tan brusca como para generar un cambio de tendencia en la evolución de los sueldos. De hecho, si la demanda de trabajadores se reduce probablemente sigamos en un escenario de sobreoferta de mano de obra, incompatible con subidas generalizadas de los salarios.
Segun escribo esto me doy cuenta de que mi visión sobre el futuro de la economía española es bastante pesimista. Veo que si nos quedamos sin la construcción como motor económico no tenemos de qué tirar: ni otros sectores, ni exportación. Eso es mucha gente con dificultades para encontrar trabajo, menos consumo interno y realimentación del ciclo negativo.
Igual es que soy un cenizo.