La última encuesta de costes laborales elaborada por el INE indica que la desigualdad entre Comunidades Autónomas no para de incrementarse. Mientras que en Madrid el salario medio es de 32.040 euros y en el País Vasco está en 30.120 euros, existen Comunidades Autónomas como Extremadura con un salario medio de 20.773 euros.
Es decir, en Madrid, en media, se gana un 60% más que en Extremadura. Y el problema es que este gap es grande con casi todas las Comunidades autónomas. Madrid y País Vasco están por encima de 30.000 euros. Navarra y Cataluña están por encima de 28.000 euros. Y el resto están por debajo de 26.000 euros, con dos por debajo de 22.000 euros (Extremadura y Canarias).
Desigualdad en crecimiento
Esta desigualdad no hace más que crecer en los últimos 15 años. Por ejemplo, en 2008 el salario medio en Madrid era de 25.275 euros y Extremadura en 17.938 euros. Es decir, un madrileño ganaba en media un 38% más, frente al 60% de ahora.
Las regiones más pudientes están acelerando su despunte salarial, quizá impulsados por empleos más tecnológicos o de alto valor añadido, y en cambio otras Comunidades se quedan estacandadas. Extremadura apenas ha aumentado en estos 15 años un 11% su salario medio, frente al casi 30% de Madrid.
Es complicado hacer una política común
Que existan desigualdades salariales entre regiones crea problemas importantes en muchos aspectos. Por ejemplo, en el establecimiento de impuestos. Tenemos un IRPF muy parecido en toda España (existen diferencias gracias al tramo autonómico pero son pequeñas y normalmente es duramente criticado). Pero los madrileños pagan un marginal mucho más alto (y eso que su nivel de gasto también lo es por los precios más elevados).
También es complicado establecer un SMI común para toda España, ya que en algunas regiones puede ser excesivo y destruir empleo, mientras que en otras regiones es claramente insuficiente.
La solución no es nada fácil. Hay una tendencia global a la concentración de industrias avanzadas en centros urbanos, cuyos salarios son mayores. Y las transferencias de rentas entre regiones crean conflictos políticos (de ahí vienen muchos nacionalismos).
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