Lo cual deja en una situación bastante delicada a E.ON. Por un lado hay unas empresas que están comprando Endesa a trozos y en mercado, a precios a veces por encima y a veces por debajo del precio de la OPA. E.ON no puede responder, y su estrategia de comprar a Enel, una de las empresas que ha comprado recientemente acciones de Endesa, y que se ha convertido en su accionista de referencia, es dudosa ya que es una empresa italiana, país con un gran proteccionismo.
Le queda poco margen de maniobra, como no sea convencer a Acciona de que venda, debido a que obtendría grandes plusvalías con la operación, y quizá después de la entrada de Enel no sea una inversión tan interesante (no tenían pensado compartir el ser el accionista de referencia con otros). Desde luego quedan pocas opciones. El culebrón, que tenía pinta de acabar hace un par de meses, está cada vez más complicado.
Vía | 20 Minutos