Normalmente no me voy por las ramas cuando escribo de economía, pero hoy voy a hacer una excepción. Voy a comparar a España con China con motivo de la eliminación que planea Madrid de las licencias de apertura, cosa que está recogida en la Ley de Economía Sostenible aprobada y en vigor desde marzo de 2011.
Hace año y medio estuve en China de turismo, y una de las cosas que me sorprendió es la extraña aplicación de las leyes. Leyendo la guía de viajes me topé con una parte muy curiosa: ¿pueden conducir los extranjeros en China?
En principio hasta los Juegos Olímpicos de 2008 no podían, era ilegal. Ni carné internacional de conductor ni nada, o tenías el Chino o no podías. Pero antes de los Juegos cambiaron la normativa y sí se pudo. Sin embargo la guía decía que era mejor preguntar en una agencia de alquiler de coches porque algunos sitios (o algunas veces) la ley no se cumplía. Es decir, que te podía parar la policía y ponerte una multa por conducir, aunque la ley lo permita.
A mi eso me pareció muy extraño. Si una ley permite algo, ¿por qué te van a multar por hacerlo? Y es que así es China, donde puede haber una ley pero la policía aplica la ley anterior. Y no te quejes que es lo que hay. No hay que olvidar que China es una dictadura y aunque en muchos aspectos es un país moderno (en las grandes ciudades) en otros no. No tienen un Estado de derecho como lo entendemos en occidente. Una nota al margen, conducir en China es una locura, mejor que no esté permitido para los extranjeros.
Pero es que en España nos pasa lo mismo. Tenemos leyes y no se cumplen. O dejamos resquicios para ello. El ejemplo de esta semana es la Ley de Economía Sostenible, que impide que se necesiten licencias de apertura municipales para abrir un negocio. Esto, además, es una transposición de una directiva europea de obligado cumplimiento. Pero que me expliquen cuántos ayuntamientos permiten abrir un negocio sin licencia de apertura, a pesar de que la ley lleva en vigor desde marzo de 2011.
¿Cuál es la trampa? Pues que la ley tiene un resquicio: el interés general. Los ayuntamientos pueden pedir licencia de apertura en casos extremos, por interés general. Y resulta que abrir una tienda de ropa puede requerirlo, por interés general, en muchos sitios. En definitiva, un despropósito. Nadie cumple y abrir un negocio es una carrera de obstáculos. No hay más que leer el artículo en Politikon sobre la burocracia y los peligros a los que se enfrenta un empresario para abrir su negocio.
Y no os creáis que este es el único ejemplo. Hace unos años se aprobó una ley para que al hacer trámites con la administración no haya que presentar papeles que ellos ya tengan, ni por supuesto presentar fotocopias del DNI. En teoría haces un trámite y ellos se encargan de comprobar todo. Me río de la ley. Cuando me casé tuve que presentar en el registro civil fotocopia del DNI y partida literal de nacimiento (que precisamente estaba guardada en otro lugar del mismo registro civil). Es decir, las leyes no están para que las cumpla la administración, sólo para los tontos.
¿Conclusiones? Nos queda mucho por avanzar para ser un Estado de Derecho de verdad. Necesitamos serlo, porque muchas leyes van encaminadas a ser un país más eficiente, pero luego se le buscan las vueltas para seguir igual. Y necesitamos más eficiencia para avanzar. Estoy seguro que en los países más avanzados de Europa y del mundo al día siguiente de promulgar que no se necesitan licencias municipales, éstas desaparecen. Aquí no pasa nada. Ah, sí, que la nueva alcaldesa de Madrid lo ha prometido en su investidura como una novedad.
En El Blog Salmón | Ana Botella descubre hoy la Ley de Economía Sostenible al suprimir las licencias de apertura, El modelo parasitario chino en las economías mundiales
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