Londres es una de las capitales económicas del mundo, el resto de Reino Unido va camino del tercer mundo

No es raro ver que la economía de un país va a distintas velocidades según la región. Sucede en China con una diferencia brutal entre las ciudades más ricas y las provincias más pobres o entre Estambul y el resto de Turquía. Incluso en la vecina Irlanda la diferencia entre Dublin y el resto del país es abismal. En España se habla de la preeminencia de Madrid y en menor medida de Barcelona respecto al resto del país. Pero si hay un país en la Europa desarrollada donde la diferencia entre la principal ciudad y el resto del país es brutal, ese es Reino Unido.

Londres y el Reino Unido a veces no parecen el mismo país. Los intereses de Londres chocan con los del resto del Reino Unido. Eso hace que Westminster tenga que arbitrar entre los deseos y necesidades de una de las ciudades más ricas e innovadoras del mundo y los del resto del país.

Londres se ha desacoplado del Reino Unido

Londres genera aproximadamente un 22% del PIB de Reino Unido. Si fuera un país independiente estaría entre las 25 mayores economías del mundo. Según el Grupo de investigación de Estudios Urbanos de la Universidad de Loughborough junto a Nueva York es la única ciudad del mundo de categoría Alfa++.

El uso del inglés, su historia como centro bancario y financiero, la Common Law, las universidades de prestigio de la ciudad y las cercanas Oxford y Cambridge, la especial relación del Reino Unido con EEUU y con lugares cercanos, su posición estratégica en la ruta aérea entre Europa y EEUU, su entorno “business friendly” hacen que la posición de Londres siga siendo envidiable. Es la ciudad más poderosa de Europa y que más atrae a trabajadores cualificados y e inversión de todo el mundo.

Londres es un Hub desde el que ofrecer servicios de alto valor añadido a todo el mundo. El primer lugar al que suelen pensar expandirse las empresas de todo el mundo una vez quieren salir de su continente. Pero si Londres es una estrella brillante financiera, está rodeada de oscuridad.

El resto de Reino Unido languidece

En 1991 James Dyson fundó su empresa de aspiradoras en Malmesmury (Inglaterra) tras miles de prototipos. Primero empezaron a fabricarlas en una fábrica de Philips, hasta que en 1993 empleó una fábrica propia en el Reino Unido lo que le hizo una especie de héroe nacional. En 2002 se llevó la producción a Malasia, siguiendo el camino habitual de deslocalizar la producción justificando que la pérdida de empleos y ahorro en costes irían a incrementar el gasto en I+D en Reino Unido. En 2019 Sir James Dyson anunció que se llevaría el cuartel general de su empresa a Singapur.

En cierto modo la historia de de Dyson muestra como el Reino Unido va dejando de ser competitivo y relevante en el mundo, con la excepción de Londres. Marcas de la automoción históricas como MG, Jaguar o Land Rover han acabado en manos asiáticas. Ford ha cerrado una de sus dos plantas en Reino Unido. El PIB per cápita de Reino Unido fuera de Londres es equivalente al de los estados más pobres de Estados Unidos. En ciudades importantes como Liverpool se venden casas por sólo una libra con la idea de que sus propietarios las restauren.

Desde la crisis de 2008 la productividad y el PIB per cápita han dejado de mejorar al ritmo que solían hacerlo. La crisis del Covid, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y la guerra en ucrania han ido golpeando a la economía británica. El país está cada vez más endeudado y no parece arreglarse la situación. Mientras las economías de otros países como EEUU o Singapur no para de crecer, la economía de los británicos se va quedando atrás. Ciudades como Coventry o Bradford no se han recuperado de la desindustrialización. El país dónde surgió la revolución industrial, ha sido uno de los primeros en abrazar la deslocalización, sin encontrar una alternativa económica a sus antiguos centros industriales.

Obviamente todos los países y lugares pasan por tiempos mejores y peores. Nueva York tuvo una mala época en los años 70 y 80. Alemania está en problemas desde el fin del barato gas ruso.

Es bastante probable que en algún momento el resto del Reino Unido encuentre tiempos mejores. De hecho los intereses de Londres no contrastan tanto con los del resto del Reino Unido, muchas empresas londinenses se benefician de poder trasladar sus Back Office u otros servicios a ciudades como Birmingham o Leeds, que ofrecen costes laborales y un estilo de vida más relajado a los trabajadores a una o dos horas en tren del centro de Londres.

Mientras esta situación vuelve, Inglaterra nos recordará a un país con grandes diferencias regionales, entre su capital que será más que la capital de un país europeo y el resto del país que aparentará estar en decadencia.

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