Hoy se aprueba en el Consejo de Ministros el fin de la ayuda de los 426 euros, que acabará en Febrero. No obstante según ha afirmado el portavoz del gobierno va a haber un programa sustituto, así que antes del fin de esta ayuda de último recurso no deberíamos de llegar a casos de desesperación como se han llegado a ver.
Personalmente no me parece mal la ayuda de los 426 euros siempre que se controle o se ponga un medio que la haga imposible de compatibilizar con un trabajo en negro o con algún otro tipo de ocupación productiva, una forma de que no se llegue a situaciones extremas pero evitando los fraudes.
No obstante que oigamos declaraciones por parte de Leire Pajín sobre que las familias de bajos ingresos están mejor que hace cinco años me parece que es ignorar y dar la espalda a la realidad española. La ministra parece ignorar la situación de las familias españolas que lo están pasando mal.
Porque que el gasto social haya aumentado 1,1 puntos del PIB no es una forma relevante, especialmente por el fuerte empobrecimiento de las familias en los últimos años. Una buena política social no sólo ayuda a las pobres, sino que reduce su número. De hecho dado el fuerte incremento de las familias en mala situación económica y del número de parados, supongo que ese gasto social habrá que repartirlo entre muchas más personas.
Los 426 euros se acaban y hay un parche en camino, bien, pero me gustaría recordarle a algunas personas que el problema a resolver no es una ayuda que se da en situaciones extremas, sino que se debe encontrar la forma de que no sea necesaria esa ayuda.
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