El profesor Jeffrey Sachs, director of the Earth Institute de la universidad de Columbia en Nueva York, autor del libro "El Fin de la Pobreza", comentada en estas páginas, nos habla de la pelea de Grecia y sus acreedores europeos, resaltando que los líderes griegos se niegan reducir los pagos a los ancianos y a subir el impuesto sobre el valor añadido (IVA) sobre la medicina y la electricidad.
Profesor Sachs resume su opinión de este desacuerdo: "las demandas de los acreedores europeos, ostensiblemente destinadas para garantizar que Grecia pueda pagar su deuda externa, son petulantes, ingenuos y fundamentalmente autodestructivos. Al rechazarlos, los griegos no están jugando juegos, están tratando de mantenerse con vida." ¡No podría haberlo dicho mejor! Y eso que entiendo por qué no gusta mucho la forma de actuar del ministro de finanzas griego, Yanis Varoufakis que, a su vez, está jugando su prueba de la teoría de juegos muy habilmente.
Profesor Sachs también nos recuerda el espectro de la Alemania nazi, como también hizo el Nóbel de economía, Amartya Sen, comentado en estas páginas. Con la reducción del Producto Interior Bruto (PIB) griego en 25% desde 2009, como nos dice el profesor, demuestra que algo no está funcionando y que Grecia está insolvente y que los griegos hambrientos.
Por eso incluyo los gráficos de Bloomberg que fijan la situación griega en su contexto.
Por otra parte, también nos dice que los políticos europeos son conscientes de lo que está pasando, ya que sus varias reacciones desde el principio, incluso los varios rescates, demuestra que entienden algo. Aunque siempre han hecho el máximo de lo que pensaban que podían hacer, teniendo en cuenta su opinión pública doméstica, que siempre ha sido el mínimo para Grecia.
Incluso Grecia ha sido consciente de la situación, por eso ha pedido reducciones de intereses y alargamiento de plazos, pero no han pedido descuentos en el principal o condonación de la deuda.
El profesor Sachs concluye diciendo: "El gobierno griego tiene razón para haber dibujado la línea. Tiene la responsabilidad de sus ciudadanos. La verdadera elección, después de todo, no recae en Grecia, pero con Europa." Más claro imposible. A ver si los políticos europeos están leyendo (escuchando).
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Imágenes | Bloomberg