Mañana entra en vigor el decreto-ley por el que se reforma el mercado laboral. Al final hubo menos sorpresas de las esperadas, aunque sí que ha habido algunas. Queda que el Congreso convalide el decreto el próximo martes y que se tramiten las enmiendas en otoño, cosa que podría hacer de esta una reforma del mercado laboral transitoria.
Finalmente los únicos contratos temporales que ven afectada su indemnización por despido son los de obra y servicio. Pasarán gradualmente de 8 días por año trabajado a 12. Es decir, para evitar que la contratación a corto plazo se vea restringida el Gobierno se ha echado atrás. La idea es que el contrato de obra y servicio no se use como un falso sustitutivo de uno indefinido, pero también puede ser que los contratos temporales “clásicos” se sustituyan a los de obra y servicio.
Como comentábamos esta mañana, el Gobierno Estado se hace cargo de 8 días de indemnización, ya sea para contratos de fomento del empleo o indefinidos. El contrato de fomento del empleo se amplía para casi todo el mundo (despedido de un contrato indefinido o que haya tenido algún contrato temporal). Este contrato tiene una indemnización por despido de 33 días por año trabajado. Si le sumamos los 8 días que pagara FOGASA, nos quedamos en 25 días por año trabajado.
Sobre las causas objetivas de despido, se relaja mucho la redacción y no hay que asegurar seis meses de pérdidas, sino dificultades económicas. ¿Quién dice si eso es cierto? Un juez. No se elimina la tutela judicial de las causas objetivas. Seguramente en este punto haya enmiendas. Recordemos que un despido por causas objetivas tiene asociada una indemnización de 20 días por año, aunque el contrato sea indefinido.
También se creará, en una ley independiente, un fondo de capitalización para financiar los famosos 8 días del Estado. Estamos ante el ya famoso modelo austríaco. Eso sí, este fondo no supondrá aumentar las cotizaciones salariales de las empresas. Hasta que no se tramite la ley no se sabrá de dónde sale el dinero, pero posiblemente se cambien conceptos de las cotizaciones sociales (¿sutituirá a FOGASA?) y quien sabe si los trabajadores verán aumentada su retención.
También se flexibilizan los EREs de reducción de jornada, con ventajas a las empresas que verán como se reducen las cotizaciones sociales un 80% (ahora era un 50%). Este es el también famoso modelo alemán.
Esas son las líneas maestras de la reforma. Como digo, puede haber cambios (y muchos) en el Congreso, siempre que el martes se convalide el decreto-ley. Pero de momento, mañana mismo las empresas podrían empezar a usar los nuevos mecanismos.
Imagen | Looking Glass
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