Estos criterios se pueden considerar subjetivos. Si las centrales nucleares no emiten CO2, ¿debemos considerarlas perjudiciales para el medio ambiente? Si queremos tener ejércitos en nuestras fronteras o policías en nuestras calles, ¿por qué no vamos a financiar las armas que necesitan?
A diferencia de FTSE, otros índices tienen pautas que excluyen a empresas relacionadas con el juego o con pornografía. Otros índices siguen los preceptos musulmanes y por ejemplo no incluye a las entidades financieras que cobren intereses directos en los préstamos. También los católicos tienen sus propios criterios. El primer fondo de inversión responsable minorista que recuerdo, lo creó el Central Hispano a principios de los noventa dirigidos a aquellos inversores que buscaban colocar sus ahorros siguiendo las indicaciones de la religión católica. Entre otras cosas porque uno de los principales clientes de pasivo de la banca española son las órdenes religiosas.
La participación de las religiones en la Inversión Socialmente Responsable se remonta a la década de 1920. La Iglesia Metodista decidió comenzar a invertir, pero bajo la condición de que no colocaría dinero en el comercio de licores ni se involucraría en la industria de las apuestas.
Un metodista, un musulmán, un defensor de la energía nuclear o alguien preocupado por la seguridad de su comunidad no considerarían como inversión responsable la cartera de FTSE aunque sí estuvieran dispuestos a invertir en fondos con criterios éticos. Pero los suyos. Al existir diferentes criterios, más que religiones, no podemos seleccionar un único índice válido sino uno por cada concepto de responsabilidad.