En 2021 la red eléctrica de Texas sufrió apagones entre el 10 de febrero y el 27 de febrero debido a una de las peores tormentas invernales de los últimos 100 años. Y las consecuencias fueron catastróficas.
Muchas poblaciones estuvieron días sin electricidad en medio de un frío muy intenso y con unos hogares que no estaban preparados para tan bajas temperaturas y en muchas ocasiones con calefacción eléctrica que no funcionaba. La cifra total de muertos nunca se sabrá, aunque las oficiales (muy criticadas) rondan los 70.
El problema de la red eléctrica de Texas
Para que estos apagones sucedieran se dieron varias circunstancias. La primera es una serie tormentas invernales inusualmente frías: por un lado disminuyó la capacidad de generación y por otro aumentó la demanda. Finalmente el operador de red tuvo que realizar apagones selectivos para evitar una descompensación entre oferta y demanda y que sucediera lo que hemos vivido en España y Portugal ayer: un apagón total.
Por otro lado tenemos que Texas tiene una práctica desconexión del sistema eléctrico con el resto de EEUU. El motivo es político: quieren tener su propia política energética y la conexión con los Estados vecinos haría que tuvieran supervisión federal. A España le pasa un poco igual pero el motivo es más bien geográfico (algo de político también tiene ya que Francia nunca ha querido tener muchas conexiones con España).
Y por último el sistema en Texas está pensado para tener un precio eléctrico muy bajo y por tanto hay poca redundancia en la red y las centrales de gas no están preparadas para el frío. Han tenido apagones (más pequeños) muchas veces debido a la fragilidad del mismo ante cualquier incidencia. España no tiene este problema, con una capacidad de generación de sobra y muy preparadas para inclemencias climáticas adversas, cosa que se paga en la factura con unos costes regulados bastante altos.
La lección de Texas: la seguridad del suministro es muy importante
El desastre de Texas en 2021, con situaciones dantescas que no son típicas del primer mundo es una clara lección a todos los operadores del sistema eléctrico. La seguridad del suministro es muy importante.
En España siempre hemos presumido de tener una red muy preparada ante problemas pero lo de ayer, aun sin saber las causas exactas, indican que la red presentaba inestabilidades debido a la gran cantidad de renovables sin suficiente respaldo inercial y que se ha jugado con fuego al no apagar renovables y dar prioridad a tecnologías clásicas o introducir nuevas tecnologías de respaldo.
A pesar de lo grave de lo sucedido y de las nefastas consecuencias para muchas personas, lo cierto es que ha sido un simple aviso. Lo de Texas fue algo más: solo hay que imaginarse no solo unas horas sin electricidad sino varios días y con un frío de -20 ºC en zonas donde normalmente no se baja de cero.
Más información | NPR