Si pensamos en Texas seguramente pensaremos en Cowboys y petróleo. Un estado conservador. Quizás lo relacionemos con “Houston tenemos un problema” y su centro médico de fama mundial. Quizás con la escena musical de Austin. Pero la economía texana es eso y mucho más. Si Texas fuera un país, su economía sería mayor que la canadiense o la española.
Aunque Texas no deja de ser un estado dentro de EEUU, la fuerte capacidad de decisión que deja su constitución a los estados y sus características desiguales, hace que estos puedan ser muy diversos entre sí. Pero también que su influencia y dinámicas acaben teniendo fuerza fuera de sus fronteras. Nada como la influencia de California en las industrias culturales y tecnológicas, la de Nueva York en las finanzas o la de Florida en Latinoamérica. Pero ¿Texas? Pues relevante en unas cuantas industrias.
Texas como potencia económica
Hasta ser sobrepasado por California, Nueva York era el estado más relevante de EEUU. Hoy en día Texas es el segundo estado más poblado de EEUU, por detrás de California. También es la segunda mayor potencia económica regional y segunda mayor cantidad de población. No sólo eso, Texas sigue creciendo en población, mientras que la población californiana se estanca e incluso disminuye. Las principales áreas metropolitanas texanas como Dallas-FortWorth, Houston, Austin y San Antonio no paran de crecer. Estas forman el triángulo de Texas que es una “mega-región” que está superando a otras como la del Sur de California.
Si Texas tenía una desconocida industria tecnológica con empresas como Texas Instruments, Dell o Compaq (absorbida por HP, pero sigue manteniendo buena parte de sus operaciones en Texas) en 2020 algunas empresas empezaron a relocalizarse en Texas. Tesla fue la que más ruido hizo, y con ella la otra gran apuesta de Elon Musk: SpaceX. Coincidiendo con que es en Houston donde la NASA tiene su centro de control. Otras empresas tecnológicas en mudarse fueron Oracle, Dropbox y Hewlet-Packard Enterprise. También se mudaron el banco de inversión Charles Schwab, la empresa de maquinaria industrial Caterpillar y la filial americana de McClaren.
Además hay empresas que apuestan por Texas, como Apple que se está construyendo sus segunda sede en Austin o Google y Goldman Sachs que cada vez ocupa más espacio de oficinas en Austin y Dallas respectivamente. Desde la pandemia de 2020, el 35% de los nuevos empleos creados en EEUU lo fueron en Texas, en concreto en finanzas en Dallas aumentaron un 33% en una década. Las ciudades no paran de construir rascacielos y casas para acomodar a estos nuevos texanos.
Hace diez años contamos en estas páginas que Houston estaba destacando cada vez más como lugar importante en el mundo, creciendo a un ritmo que la convertiría en una de las principales ciudades de EEUU. Ya Dallas-Fort Worth está superando a Chicago como área urbana y no será la única que no destaque. También esta ciudad cuenta con el Texas Medical Center, del que ya hemos hablado como un lugar al que van a tratarse enfermedades ricos y famosos de todo el mundo y que es un polo empresarial de la industria biomédica.
¿Por qué Texas se vuelve una potencia económica?
Empecemos por su posición geográfica, muy cerca del centro geográfico de los EEUU (si sacamos a Alaska y Hawái). Sigamos por su política fiscal, el estado no cobra impuestos sobre el trabajo o el capital a sus residentes ni a las empresas (otra cosa es el gobierno federal). Además la vivienda es más barata en Texas que en otros muchos lugares, lo que lo vuelve en un sitio interesante para residir en un país donde el precio en California y Nueva York está disparado.
Además las ciudades Texanas se están especializando. La tecnología se concentra en Austin, las finanzas en Dallas y la energía en Houston, con otras industrias más repartidas como la espacial o la agrícola.
Hablando de la energía, la industria petrolera tiene su centro en Texas desde siempre, pero es que con el fracking ha renacido y vuelto a ser relevante. Casi todo Texas parece estar nadando en petróleo. Texas produce más petróleo que potencias petroleras como Irak o Canadá y más gas que Qatar. De hecho sin la producción texana la UE no podría haber prescindido del gas y petróleo rusos tras la guerra de Ucrania. Texas además es un lugar donde existe mucho potencial para generar energía solar y eólica, lo que lo convierte en el mayor hub energético de EEUU.
Es decir, Texas aprovecha su potencial natural, pero también ofrece un marco legislativo y económico extraordinario para las empresas, mientras que mantiene su asequibilidad en el estilo de vida, al menos si lo comparamos con California o Nueva York. Ya Richard Florida hace más de una década hablaba de que los estados del Sur de EEUU estaban creando una “tercera costa”, en contraposición a la Costa Este y Costa Oeste donde siempre se había localizado la mayor parte de la población y la economía de EEUU.
Además a este Sur de EEUU, no le está viniendo nada mal el desarrollo de su vecino México, tema que se merece ser tratado con más detalle. Y el centro de todo este desarrollo del sur de EEUU no es sino Texas.
Pregunta a los lectores ¿habían considerado alguna vez Texas como un lugar en el que trabajar y vivir?