Pero lo curioso es que cuando presentaron estos malos datos le echaron la culpa a la filial española. Según la compañía, la crisis inmobiliaria les está afectando. ¿Cómo? Pues dicen que los inmigrantes que trabajaban en el mercado de la construcción y que se han quedado sin empleo están dejando de consumir. Parece ser que Vodafone es una opción muy popular entre los inmigrantes que trabajan en España.
Los datos que presentan son muy significativos. La reducción de ingresos en España viene dada por tres factores: uno, por una nueva regulación en tarifas de interconexión; otro, por el adelanto de las promociones del verano para recuperar sus ventas; y por último y más interesante, por una disminución del consumo en las horas más caras. Es decir, la gente sigue hablando lo mismo, e incluso más, pero se estudia con más detenimiento los planes de tarifas. Si a esto le unimos a que los mensajes premium (los que cuestan más y que sirven para participar en concursos o descargarse juegos y melodías) se han reducido en un 35% vemos un patrón claro: la gente está intentando ahorrar en su factura telefónica. Las cosas van mal, pues.
Con estos datos vemos un patrón que veremos repetirse en los siguientes meses: caídas de consumo. Es un efecto de la crisis que como segunda ronda nos llevará a más desempleo.
Vía | El País