El gobierno de Justin Trudeau ha aplicado en las últimas horas una medida eficiente para acabar con el gran problema que afecta al mercado laboral canadiense: la elevada tasa de desempleo juvenil. Solo en julio de 2024, ésta aumentó en un 6,4%. Para salvaguardar el futuro y la mano de obra local, la única solución es limitar el número de trabajadores extranjeros de la economía canadiense, así como los solicitantes de asilo que llegan al país.
Si se analiza a fondo la situación, puede comprobarse que la tasa de empleo se redujo para los hombres jóvenes de entre 15 y 24 años con una pérdida de 13.000 puestos de trabajo. Por el contrario, las mujeres de entre 25 y 54 años vieron incrementada dicha cifra y se crearon un total de 19.000 empleos.
Los orígenes de la medida
La política de otorgamiento de permisos de trabajo a los visitantes extranjeros entró en vigor durante la pandemia, en agosto de 2020. El objetivo no era otro que contribuir a que los visitantes extranjeros que se veían obligados a quedarse en Canadá por el cierre de sus fronteras, tuviesen plenas facilidades para acceder al mercado laboral.
Dicho esto, desde la citada fecha, han sido 6.549 personas las que han solicitado permisos de trabajo bajo el programa gubernamental, siendo 4.761 las autorizadas y las beneficiadas.
We’re reducing the number of low-wage, temporary foreign workers in Canada.
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) August 26, 2024
The labour market has changed. Now is the time for our businesses to invest in Canadian workers and youth.
Nueva hoja de ruta en la política migratoria
Ahora el plan de empleo que beneficia a los extranjeros y, especialmente, a los inmigrantes de bajo nivel educativo llega a su fin y las empresas nacionales deberán apostar por la juventud canadiense. La fecha marcada en el calendario para dejar de conceder permisos de trabajo a visitantes extranjeros es febrero de 2025.
Este paquete de medidas más estrictas contempla excepciones en algunos sectores, como sanidad, construcción y seguridad alimentaria. Además, el propio primer ministro canadiense ha argumentado que se van a fijar cambios para los salarios más altos.
La nueva medida, que entrará en vigor el próximo 26 de septiembre, contempla que las empresas no puedan cubrir más del 10% de su plantilla con trabajadores procedentes del extranjero. Además, la extensión de los contratos se recortará de dos a un año.
Tradeau no descarta acometer otros ajustes para frenar las tasas de desempleo y los niveles de migración de cara al otoño. Por el momento, el objetivo es reducir del 6,1% actual al 5% la proporción de residentes temporales extranjeros con respecto al total de la población.
Un histórico preocupante
El Partido Liberal de Canadá es consciente de que la elevada inflación, el aumento del coste de la vida, la falta de vivienda y las escasas oportunidades para los jóvenes le están mermando su posición preferente en las encuestas.
A esto se le suma que tanto el Banco de Canadá como el Organismo Público de Estadísticas Canadá (EC) han advertido que inmigrantes y jóvenes se enfrentan a tasas de desempleo superiores al resto de la población.
El desempleo aumentó considerablemente en los sectores de transporte y vivienda, con una caída de 12.000 plazas, así como en la administración pública, donde se dejaron de crear 8.000 empleos. La cara amable la aportan los sectores de la alimentación y del alojamiento, con 17.000 nuevos empleos, y de la agricultura, con 12.000 nuevos puestos de trabajo.
Pese a todo, el salario promedio por hora subió un 5,4% en junio, si se compara con las mismas cifras del año anterior. Y es que, en mayo, el salario medio se incrementó en un 5,1%, en términos anuales.
La tasa de empleo entre los estudiantes que regresan a la universidad y que buscan trabajo en verano cayó al 46,8%, la tasa más baja registrada desde junio de 1998. Hay provincias como Quebec donde el desempleo juvenil ha avanzada en 0,6 puntos porcentuales y se ha situado en el 5,7%.
El poder de los movimientos migratorios
Canadá es el país del G7 con un mayor crecimiento demográfico, debido al elevado número de inmigrantes que viene recibiendo. De los 431.645 inmigrantes de 2022 se pasó a 465.000 en 2023 y se estima que en 2024 se consiga alcanzar los 485.000 y en 2025 los 500.000 inmigrantes. Cuando Trudeau llegó al poder, Canadá apenas recibía 300.000 inmigrantes al año.
Entre 2018 y 2023, Canadá duplicó sus permisos para trabajadores temporales extranjeros, alcanzándose durante el pasado año los 239.646 visados. A fecha de agosto de 2024, el número de residentes temporales extranjeros en el país es de 2,8 millones de personas, cuando la cifra hace dos años era tan solo de 1,4 millones.
Al margen de lo contraproducente que puede llegar a ser para la economía local y para los jóvenes del país, un informe internacional, publicado recientemente por Tomoya Obokata, determina que Canadá es un caldo de cultivo que fomenta la esclavitud contemporánea. De este modo, el desequilibrio de poder impide a los trabajadores ejercer sus derechos, pues si es despedida de su empresa podrá ser deportada del territorio.
Así pues, además de contribuir al desarrollo del empleo juvenil, el Partido Liberal aboga por acabar con las malas críticas que asocian el empleo de extranjeros en Canadá con bajos salarios, elevadas jornadas laborales, abusos verbales y físicos e incluso falta de protección personal.
La solución al desempleo juvenil canadiense pasa por unas políticas migratorias menos exigentes y por un control entre los empleadores. Y es que todavía en algunas regiones como Toronto, existe una media de 120.000 desempleados jóvenes, lo que supone un incremento del 50% en dos años. Esto es como resultado a que prefieren a personas con más experiencia en detrimento de las nuevas generaciones. El futuro de Canadá es incierto.