Es cierto que normalmente hablamos de los malos resultados educativos de los españoles, normalmente aparecemos entre los peores puestos de los rankings, hablamos poco el inglés e incluso nuestra proporción de universitarios cae por debajo de la media de la OCDE, un cromo. No obstante hay un rayo de esperanza en el horizonte; la tasa de lectura ha pasado del 34% de la población en 1980 al 55% en 2008, aunque en el corto plazo fluctúe. De este modo nos acercamos a los parámetro europeos de lectura, algo que creo que no habíamos hecho nunca en la historia reciente, algo que tiene repercusiones en nuestra economía.
Es cierto que en el extranjero se lee más, pero también me gustaría que se recordara las excelentes bibliotecas públicas que se suelen encontrar fuera de España, aunque aquí hay que reconocer que están mejorando bastante.
Una sociedad que lee más es una sociedad que mantiene viva su cabeza, además de tener una mayor comprensión. Porque no se trata de que las editoriales hagan más o menos negocio vendiendo libros, se trata también de que la productividad mejora. Una persona que lee a menudo lo tiene mucho más fácil para entender textos complejos, así como para hacerlo en menos tiempo. Los e-mails se leen más rápido, el manual de la nueva máquina se entiende a la perfección y se cometen menos fallos utilizándola, etc.
Que una sociedad lea más y tenga más efectos positivos para la sociedad no significa que nos vallamos a encontrar a la gente discutiendo el tractatus logico-philosophicus en el bar de la esquina, que es la impresión que tiene mucha gente sobre lo que sucede en otros países más leídos. Los libros más sofisticados probablemente sigan siendo el terreno de una minoría en cualquier lugar del mundo y las preadolescentes leerán Harry Potter y Plenilunio. No obstante esa rutina de leer les hace más capaces de entender textos más complejos que se vayan a encontrar en su rutina laboral en el futuro, sin tener que haber leído a Milan Kundera. El motivo por el que mencionado a las preadolescentes no es arbitrario, los segmento de población donde más se lee es el de los menores de trece años y el grupo de catorce a veinticuatro, algo que augura un buen futuro para la economía española.
Vía | Meneame En Papel en Blanco | Bibliotecas abiertas en fin de semana para fomentar la lectura Más información | La Nación Imagen | Flickr de Cesar Estudillo