Las cifras no mienten, en España cada año nacen menos niños. Sin embargo, las tendencias de nacimientos han comenzado a estabilizarse. En el caso madrileño, en 2024, han llegado a revertirse incluso.
En 2023, Madrid creció en más de 120.000 habitantes, entre el incremento de personas con nacionalidad extranjera (86.000) y españolas (34.000). En España, de media, el 32 % de los niños nacen de padres extranjeros: en Madrid (y Barcelona), esta tendencia se encuentra más pronunciada que nunca (más del 40 %).
Madrid rompe tendencia
¿Y qué ha ocurrido este último año? Con los datos oficiales hasta agosto de 2024, el número de nacimientos parece estabilizarse ligeramente por debajo de los 27.000 mensuales a nivel nacional.
Sin embargo, Madrid, es la única región que rompe con la tendencia general del país. Su crecimiento sostenido supera el 5 %, y ha ido aumentando desde principios de 2023.
En cifras absolutas, la Comunidad de Madrid está adelantando en nacimientos a grandes bastiones poblacionales como Cataluña.
Durante este año, la prensa se ha ido haciendo eco de los cambios de tendencia a la baja, que se habían mantenido durante los años de pandemia.
En Twitter, el usuario Combarro compartía algunos gráficos realizados con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) por él mismo para explicar cómo encajan, a nivel nacional, los nacimientos en Madrid, en el resto de las principales provincias y la población migrante dentro del panorama de alumbramientos.
En lo que se refiere a la tendencia de nacimientos, ninguna otra comunidad autónoma lo lleva tan bien como Madrid. Y esto no está del todo claro que sea una buena noticia (a priori, lo es), debido a la dificultad de crecimiento poblacional que no está vinculada con los procesos migratorios.
Aragón y La Rioja también han crecido en nacimientos desde 2023, pero las cifras absolutas son mucho menores, como es obvio, y las Islas Baleares han visto cierto aumento y posterior estabilización entre 2023 y 2024.
En relación con esta cuestión, se plantean distintos problemas.
No es país para niños
A nivel nacional, solo 6 de las provincias han visto aumentar ligeramente el número de nacimientos. Además, la edad media de paternidad y maternidad no ha dejado de retrasarse hasta la franja de 30-34 y 35-39, principalmente, pero con un auge notable de la franja 40-44 años).
En Madrid, por ejemplo, este crecimiento sostenido acoge todos los rangos de edad y, a diferencia de Barcelona (si comparamos ciudades, ahora) se observa un crecimiento que choca contra el estancamiento de la población catalana.
En otras provincias, la evolución es mucho más preocupante, aun así, como Pontevedra, Asturias, Canarias o Guadalajara e incluso todo el País Vasco.
El límite de las familias migrantes
El secreto madrileño parece estar muy vinculado a otra noticia que analizábamos en El blog salmón hace unos días: "Necesitas inmigración". En 100 años el 80% de la población de España habrá desaparecido con la tasa de fertilidad actual.
En pocas décadas, las principales ciudades españolas, en número de habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza y Málaga, en concreto), han ido reduciendo el número de población autóctona (de primera generación), mientras la población migrante aumentaba.
Según Xataka, el origen de las familias es latinoamericano (42 %), africano (28 %), europeo (22 %) y asiático (7 %), con un peso cada vez mayor en los nacimientos. Los nuevos madrileños, por ejemplo, supusieron solo en 2023 más de 127.000 altas procedentes del extranjero, sobre todo de Colombia, Venezuela, Perú y Argentina: el 51 %.
¿El gran problema? La migración no puede compensar las caídas sostenidas de la tasa de fertilidad y, en Europa, según comentaba el analista Marko Jukic, en X, puede haber llegado a invisibilizar los problemas de fondo en lo que se refiere a declive de población.
“La inmigración por sí sola no puede compensar el 50 % de pérdida de la siguiente generación”, pero, por ahora, puede parecer una solución eficiente para mantener el modelo de país, como demuestran las regiones con mayor población extranjera, como Cataluña, Madrid, Baleares, Canarias o la Comunidad Valenciana.
La realidad es que la tasa de fertilidad española y extranjera es similar, y se encuentra baja o muy baja (muy similar en ambos casos), a excepción de los migrantes africanos, que siguen teniendo más hijos de media (2,5-3 veces más hijos).