De los 5.610.400 parados de media en 2014, la mayoría de ellos (5.090.600) procedían de situaciones previas de empleo. Entre estos, los principales motivos de peso para acabar en el paro fueron dos: por una parte, la finalización de contrato, que afectó al 47,6 % del total; y por otra, el despido o supresión del puesto, que afectó al 17 % de los desempleados.
Especialmente preocupantes se vuelven los datos cuando nos centramos en los parados que perdieron su empleo hace tres o más años y aún no han encontrado hueco en el mercado laboral. En total, 1,4 millones de personas, uno de cada cuatro desempleados.
Estos datos demuestran que la mejora laboral de la que tanto presume el Gobierno realmente se queda en nada. Es intolerable que en un país desarrollado como España, una cuarta parte de sus parados lleven más de tres años sin encontrar empleo. En sólo un año (de 2013 a 2014) esta cifra creció en más de 100.000 personas y escaló cuatro puntos porcentuales, del 21 % al 25 %.
Nuestro país necesita soluciones urgentes para poner fin a esta cruda realidad. Simplemente, las cifras no son sostenibles. La clase política ha de dar prioridad absoluta a combatir el paro. Pero, ¿por qué no lo hace?
En El Blog Salmón | Los sectores con menor y mayor paro en 2014, según el INE