Cecil era el León más famoso de Zimbabue, conocido por los turistas que iban a ver animales. Además tenía un collar de rastreo por GPS porque estaba involucrado en un proyecto de investigación de la Universidad de Oxford desde 1999. El animal fue engañado para que saliera de la reserva natural, cazado con un arco y flechas y tras varias horas desangrándose abatido con un disparo. Su cuerpo fue encontrado sin cabeza ni piel.
Al principio se pensaba que había sido un cazador español, pero luego se acabó localizando a Walter Palmer, un dentista de Bloomington Minnesota. Esto ha levantado una oleada de indignación por a lo que dedica su tiempo libre.
Como ya dije hace unos meses, la sensibilidad animalista estaba creciendo mucho en los últimos años y había que tenerla en cuenta en nuestro negocio. Por ejemplo si sorteábamos entradas a un espectáculo a nuestros clientes, mejor hacerlo para un partido de fútbol que para una corrida de toros. Walter Palmer no se había dado cuenta de esto, y por ello se ha encontrado en una situación bastante complicada.
Walter Palmer, dentista de Minnesota
Walter Palmer va a pasar a la historia como uno de los peores casos de gestión de relaciones públicas. Tras haberse localizado y darse cuenta el público de quién era, muchos internautas han atacado su negocio como han podido. Por ejemplo en Yelp, algo así como páginas amarillas, hay cientos de comentarios negativos sobre su negocio. También ha tenido que cerrar la clínica y la página de Facebook.
De hecho, aunque la caza te parezca un deporte o no tengas un problema ético con ello, en las reviews de Yelp se ve cómo el doctor Palmer fue denunciado por acoso sexual, algo que va a hacer que muchas pacientes no estén cómodas eligiendo dicho dentista, aunque no tengan problema alguno con la caza.
No sólo ha sido en Internet, sino que su foto con sus trofeos (o víctimas) han salido en programa de máxima audiencia en Estados Unidos, al lado de un oso, otro león, un rinoceronte y un leopardo abatidos.
Además la respuesta de Walter Palmer ha sido un desastre como relaciones públicas, básicamente ha dicho que:
- Todo era legal hasta dónde él sabía
- Había contratado a profesionales
- Desconocía que era un león famoso
- Tenía el permiso necesario para abatir un león con arco y flechas en la zona en la que lo hizo
Lo cual hace pensar que Walter Palmer no tiene ni idea sobre cómo funcionan los sentimientos de las personas. No importa que fuera legal y que otras muchas personas hagan lo mismo pagando los permisos correspondientes. Sucede que a la gente no les gusta que se cacen leones por diversión y se les deje 40 horas sufriendo. Por mucho que le guste unirse a sus amigos a beber cerveza alrededor de una alfombra con la piel del león y bajo la mirada de una cabeza de rinoceronte disecado.
El León Cecil y tu negocio
Recientemente la marca Sojasun ha tenido problemas porque eligieron como embajadora de marca a una persona aficionada a los toros. Un grave error, puesto que sus clientes probablemente veganos y vegetarianos en su mayoría odian las corridas de toros. Aquí cualquiera puede ver el problema con la marca, no obstante el caso de Walter Palmer es peor todavía porque en principio a nadie le importa que su dentista se dedique a la caza.
Algunos medios ya están señalando que aunque la acción de Walter Palmer es condenable, no se le puede perseguir de este modo. Algo con lo que estoy de acuerdo. Claramente mientras que se soluciona o no, si tenemos una empresa o cualquier tipo de negocio abierto al público vamos a tener que pensar en que cualquier actividad cuestionable de este tipo que hagamos, por muy legal que sea, nos va a poder acarrear problemas.
¿Acaso no ha sido culpable, parcialmente, de una abdicación? Nuestro negocio es todavía más vulnerable que la jefatura del estado y Walter Palmer lo ha aprendido por las malas. Nosotros deberíamos de escarmentar en cabeza ajena.
En El Blog Salmón | Casa Morada: cómo arruinar tu reputación ofreciendo prácticas
Vía | El Confidencial
Vídeo | Youtube