Tras el culebrón de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de la española ACS por la alemana Hotchief, este ‘embrollo empresarial’ parece estar llegando a su fin, tras haber recibido el visto bueno del regulador alemán, que ha aceptado el caje de 8 acciones de la española por cada cinco de la alemana, en una operación que se valora en los 3.800 millones de euros.
Los alemanes de Hotchief intenteron bloquear las negociaciones repetidas veces, incluso solicitando ayuda al gobierno de la canciller Angela Merkel, para evitar que la mayor constructora alemana sucumbiera ante los encantos de la compañía presidida por Florentino Pérez. Directivo que mientras apreciaba la gran derrota de su equipo en el Camp Nou ante el Barcelona, recibía con alegría la buena nueva para sus negocios.
Esta noticia, en mi opinión tiene dos connotaciones positivas fundamentalmente:
- Por un lado se superponen, tal y como debe ser, los criterios financieros de mercado a las decisiones estatales y de carácter proteccionista de la economía nacional, que persiguen algunos estados para ‘proteger’ a las grandes compañías de su país
- Y en segundo lugar, la culminación exitosa de la operación permitirá la creación de un ‘gigante europeo de la construcción’, que podrá competir con otros grupos mundiales que se están perfilando, en especial los asiáticos
Muchas veces tienden a verse de manera ‘egoísta’ los movimientos empresariales que tienen lugar dentro de las fronteras europeas. Viéndose en Alemania como una pérdida de una gran compañía, mientras que en España como un alarde de poderío de ACS, lo cierto es que ambas apreciaciones no son acertadas, puesto que se ignoran los beneficios trasversales que tiene la pertenencia a un gran área económica, en el que la compañía resultante podrá crecer aprovechando sus sinergias y sus economías de escala.
Vía | Cinco días
En El Blog Salmón | El camino de ACS y su particular pulso al mercado
Imagen | convergenciaiunio