Así, la pregunta que muchos se hacen es: ¿es positivo este endeudamiento? Posiblemente en la situación actual la respuesta sea negativa. Estos índices tan elevados de deuda no van acompañados de inversiones importantes en sus países de origen, sino que se representan una señal de debilidad económica por parte de los países que los acometen. Actualmente, el crecimiento del volumen de deuda pública en las distintas economías mundiales sólo tiene una razón: afrontar el gasto corriente, lo que significa que hemos entrado en una espiral de endeudamiento en la que la deuda es necesaria para suplir la falta de ingresos. El problema se vuelve aún más grave cuando el coste de la financiación de dicha deuda se dispara.
En el caso de España, cabe decir que si bien es cierto que el endeudamiento es excesivo y no parece que vaya a disminuir en los próximos años, lo cierto es que al menos hemos conseguido que el coste de la misma sea más asequible. No en vano, no debemos olvidar que a finales de julio del año pasado la prima de riesgo española alcanzó los 650 puntos básicos, mientras que ahora oscila en torno a los 240.
Con todo, creo que es necesario que tanto España como el resto de países volúmenes de deuda pública ciertamente elevados acometan las reformas estructurales necesarias que les permitan afrontar dicha deuda y amortizarla con el paso del tiempo. Lo que no tiene sentido de ninguna de las maneras es permitir que la misma siga creciendo año tras año y sea utilizada como herramienta para afrontar el gasto corriente. Hay que buscar nuevas vías antes de que la situación se vuelva caótica.
En El Blog Salmón | El FMI abre la caja de Pandora planteando una quita del 10 % a las familias para pagar la deuda, Tres alternativas para reducir el volumen de deuda pública Imagen | Images of Money