Es un punto muy interesante el valorar el valor real de una empresa comparativamente para con el precio de mercado para saber que es posible invertir de forma ciertamente cómoda en alguna empresa en concreto; es en lo que se basan los analistas para hacer afirmaciones sobre la buena posibilidad de invertir en algunas empresas. No es muy complejo el planteamiento. Si por ejemplo tenemos una empresa cuyo valor real (en el que cuenta su capital social, neto contable, patrimonio y dividendos) por acción es de 2 euros y su precio de mercado (el de la cotización bursátil) es de 1,20 euros, seremos capaces de comprar mucho más barato algo que vale más caro.
Es cierto que no siempre calcular el precio valorado es sencillo ni fiable, el riesgo es complejo, pero podemos conseguir a largo plazo una muy buena rentabilidad de estas empresas. Normalmente el precio valor se ha de calcular a través del análisis fundamental, en el que influyen todas las circunstancias económicas que puedan afectar a nuestra cartera de estos valores.
Algo que siempre nos será favorable es que, siguiendo el ejemplo, podremos contar un llamado margen de seguridad entre los 2 euros y 1,20 euros; por lo que podremos tener en cuenta la cotización bursátil como forma de saber hasta que punto nos merece la pena o no mantener nuestra inversión o seguir invirtiendo en ella.
El objetivo por tanto del análisis entre valor y precio son negocios comprensibles, con buenas perspectivas a largo plazo, dirigidos por gentes honesta y competente y que coticen a precios atractivos.
Imagen | luisvilla