Confirmando que a Estados Unidos le gusta ser el alguacil del mundo y el que administra la justicia en el planeta, y quizá también presionado por la abultada deuda de 60 billones de dólares, esta vez castigó al banco francés BNP Paribas con una multa récord de 9.000 millones de dólares. Esta es la sanción más elevada aplicada a banco alguno, y esta vez el castigo fue por haber realizado negocios con Irán, Cuba y Sudán -países proscritos para Estados Unidos - por un monto que la justicia estadounidense estima en 30.000 millones de dólares. Ni la clemencia que pidió el mandatario Francois Hollande a su colega estadounidense pudo rebajar un castigo largamente anunciado y temerosamente esperado. El castigo a BNP Paribas incluye la prohibición de realizar transacciones en dólares en cualquier parte del mundo.
La crónica estaba escrita desde hace más de un mes e incluso se hablaba de 10.000 y 11.000 millones de dólares de castigo. La aparente "rebaja" generó una importante alza en las acciones del banco francés (ver gráfica), que resistió este nuevo embate de la justicia estadounidense hacia la banca europea. Europa debería ir pensando hacer lo mismo con Goldman Sachs y su fallida estrategia frente a Grecia. Algunas de las acusaciones podrían ser: haber arrastrado a la ruina al país Heleno, haber trasgredido las normas financieras de Europa, haber ocultado información y haber adulterado los balances públicos, Europa podría pedir unos 100.000 millones de euros en multas y así dar un poco de emoción a este combate que tiene a Estados Unidos saltando en el cuadrilátero como único ganador mientras Europa yace en el piso por knock-Out.
Sin embargo es difícil que Angela Merkel se anime a hacer un llamado de atención a Barack Obama. No lo hizo cuando estalló la crisis de los créditos basura "Made in USA", que hicieron tambalear a los bancos europeos. Ni tampoco lo hizo cuando se filtraron las grabaciones desde su celular a cargo de la NSA, como reveló Edward Snowden. Tampoco ha sido diligente a la hora de supervigilar el oro alemán almacenado en dependencias de Estados Unidos. Menos puede interesarle este lío con el banco francés que cayó en las garras de la mafia financiera para sacar todo cuanto pudieran. De hecho, BNP declaró haber tenido utilidades por 11 mil millones de dólares en 2013... (Generosos los jueces que le dejaron algo así como el 20 por ciento).
El mayor castigo que se aplica a un banco
Este es el mayor castigo para un banco europeo que aplica la justicia estadounidense. Ambas partes se enfrentaron a una lucha cruenta dado que el Departamento de Justicia pedía 16.000 millones de dólares y el banco francés solo ofrecía 1.000 millones de dólares. La acusación contra BNP Paribas fue por violar las sanciones en contra de Irán, Cuba y Sudán y realizar negocios con esos países. Ambas partes dieron a conocer este hecho en mayo para evitar una situación de pánico. Por su parte, el banco francés reconoció que había violado el embargo de Estados Unidos en contra de Irán, Cuba y Sudán, y aceptó pagar la multa récord.
Si bien se desconoce el fondo de las acusaciones, lo cierto es que se sospecha desde hace tiempo que el banco francés tiene un rol importante en el financiamiento del petróleo en Irán. Los bancos Lloyds TSB, HSBC o Standard Chartered fueron obligados por Estados Unidos a pagar cientos de millones de dólares por sus vinculos con Teherán. De acuerdo a los documentos publicados por el Departamento de Justicia, estas actividades son bastante elevadas en el caso de BNP. Entre 2002 y 2007 confirma transacciones por 6.000 millones de dólares, consideradas de una magnitud tan importante, que debilitan y dejan sin sentido el embargo de Estados Unidos.
El presidente francés, Francois Hollande pidió personalmente el indulto en negociaciones de alto nivel que sostuvo con su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama. Sin embargo, Obama declaró que no podía hacer nada dado que el caso era únicamente un asunto del poder judicial. Sin embargo, existe la sospecha de que el castigo al banco francés sería en represalia al anuncio emitido por Francia de que entrenaría a cientos de marineros rusos para operar el buque de guerra de fabricación francesa, Mistral, reconociendo que la furiosa retórica de las sanciones europeas contra Rusia, alentadas por Alemania, no son más que una cortina de humo. Europa no puede renunciar al gas de rusia, aunque Estados Unidos tome por el cuello a una de sus instituciones financieras.
Imagen | schaefer dierk