Hablando ayer en Twitter con unos pocos usuarios muy relacionados con economía y finanzas, antes de que se produjera el derrumbe generalizado de las bolsas, Miquel Roig, de Expansión soltó el siguiente tweet:
Y acertó en las previsiones porque Zapatero culpó ayer directamente a los “especuladores” del derrumbe de la bolsa española. Pero en este caso, no, no son los especuladores y aunque Marco ya ha apuntado muy bien sobre la situación de la bolsa española y el elevado endeudamiento; tenemos más factores que lastran realmente la cotización de todos los valores en las bolsas.
El primer factor es que no se puede tener una bolsa sobrevalorada en una economía en recesión. Es una mera cuestión de lógica, al igual que no era lógico tampoco en el 2002, que la bolsa estuviera en mínimos con una economía en crecimiento. Aunque los mercados bursátiles van a su aire, de vez en cuando tienen la mala costumbre de acercar posturas.
El sistema financiero español no juega en la Champion League. Por más beneficios que obtenga Santander o BBVA, los inversores saben que hay problemas y que el “ladrillazo español” no va a tardar en golpear fuertemente a todo el sistema financiero.
España está cogiendo mal color de cara y muchos dedos nos apuntan como futuros morosos. El coste para asegurar la deuda soberana española está disparado y estos factores, no le gustan a los mercados de inversión. Si a esto le sumamos las palabras de Krugman, Roubini, Almunia y resto de “eminencias económicas”, como FMI o BCE, la fiesta se puede dar por comenzada.
Y 4 millones de parados no pasan desapercibidos tampoco, por lo que creo que existen elementos más que razonables para afirmar que la bolsa iba a su aire, en otro plano y que las bajadas de estos días van a ser la tónica durante un tiempo, al menos hasta que se clarifique la situación macro del país. Ahora bien, si interpretar la situación macro de España y la UE es especular, es probable que el Presidente tenga razón, pero tengo la impresión que se ha vuelto a equivocar en sus palabras.
En El Blog Salmón | El elevado endeudamiento desata el pánico bursátil
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