A 92 llegan las quiebras bancarias en Estados Unidos en lo que va del año. Lo que comenzó el 2007 con tres tímidas quiebras bancarias, ha cundido como un reguero de pólvora: 25 quiebras el año pasado y ahora la cifra se empina rápidamente al centenar.
Los bancos Corus Bank, de Chicago, el Lacey de Washington y el Brickwell Community Bank, de Minnesota, cerraron sus puertas ayer con un costo para la Fed de 1.700 millones de dólares.
La crisis económica sigue cobrando víctimas y no hay un solo día en que Wall Street no sea sacudido por el mal que pesa sobre el sistema bancario de Estados Unidos. La semana pasada cerraron bancos en Missouri, Illinois, Iowa y Arizona. Para los próximos meses se esperan nuevas caídas, en gran parte por el fuerte descenso en los precios de la vivienda y el alto nivel de desempleo que se sitúa en los puntos más altos desde 1980.
En agosto, Guaranty Bank se convirtió en el segundo mayor banco de Estados Unidos en colapsar este año con pérdidas de miles de millones de dólares para el gobierno. Sólo los costos de esta caída se esperan en 3.000 millones de dólares. El número de bancos con problemas en la lista confidencial del FDIC (Federal Deposit Insurance Corp) saltó a 416 a finales de junio, luego de llegar a 305 en el primer trimestre.
El fondo de seguros se encuentra en su punto más bajo desde 1992 (año en que quebraron 181 bancos en Estados Unidos) y caerá en números rojos en los próximos meses. La FDIC estima que las quiebras bancarias tendrán un costo de 70.000 millones de dólares hasta el año 2013. Aunque se dice que lo peor de la crisis ya pasó, y que las tasas de interés pronto subirán, lo cierto es que tenemos aún mucho por delante y las medidas de política monetaria no pueden con este verdadero aluvión. Estamos aún en medio de la tormenta y la anunciada recuperación prometida por Ben Bernanke para el segundo semestre de este año, se aleja cada vez más del horizonte.
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