Esta operación fue uno de los rescates más relevantes orquestados desde el poder público e involucró una suma de 182.000 millones de dólares, de los cuales 60.000 millones de dólares fueron a los grandes bancos (ver gráfica inferior), suma que pudo ser mucho menor si Geithner hubiese negociado mejores condiciones y hubiese cuidado los intereses de los contribuyentes. AIG era una de las principales emisoras de los credit default swaps CDS, (seguros para protegerse del impago de todo tipo de deudas), y estaba en la quiebra. Parte del dinero se empleó para respaldar a los grandes bancos y evitar el derrumbe total del sistema. Hasta aquí todo podría estar correcto. Lo que no es correcto, sin embargo, es que mientras los acreedores de Lehman Brothers recibieron 11 centavos de dólar por cada dólar invertido, y en instancias en que AIG negociaba un pago entre 25 y 40 centavos por cada dólar, Geithner decidió pagar el 100%, ocasionando una grave pérdida patrimonial a las arcas públicas.
Toda esta información ha comenzado a salir a la luz pública a raíz de la investigación encabezada por Darrell Issa, miembro de Supervisión de Alto Nivel de la Cámara y del Comité de Reforma Gubernamental. Issa solicitó la revisión de los correos electrónicos entre AIG y la Fed de Nueva York durante el año 2008 y en ellos detectó la presión que ejerció Geithner para que esta operación fuera secreta. De esta forma, Geithner intercedió en favor de los grandes bancos, concediéndoles un rescate multimillonario sin necesidad de recurrir a la aprobación del Congreso.
Esta falta de transparencia es lo que más preocupa a los contribuyentes, quienes han comenzado a pedir la renuncia del actual Secretario de Tesoro. Geithner fue presidente de la Fed de Nueva York durante cinco años y en ese período estableció fuertes lazos con los banqueros de Wall Street. En ese período hizo caso omiso a las advertencias sobre la burbuja financiera que se incubaba en la gran manzana. Siempre supo que Fannie Mae y Freddie Mac habían traspasado sus límites de endeudamiento pero no hizo nada parta encauzar al orden a las prestamistas hipotecarias. Por eso que para muchos Geithner es una pieza clave que está aún en la escena del crimen y tiene mucho que dar a conocer.
Como ha expresado con su humor acostumbrado Michael Moore, a raiz del estreno en España de Capitalism: A Love Story:
En una escena que al final no incluí, entrevistaba a un asaltante de bancos a quien todos los grandes bancos contrataron como consejero para que les explicara cómo prevenir los robos. Se me ocurrió que quizás el motivo por el cual Obama se está codeando con esta gente (Geithner, Summers y Rubin) podía responder a esta misma lógica donde esta gente sería una nueva versión del asaltante de bancos: los principales responsables de este desastre le estarían dando consejos a Obama sobre cómo solucionar las cosas.. Parece que me equivoqué
Por ahora, los correos electrónicos entre AIG y la Fed de NY, han comenzado a ser divulgados en diversos medios. Si se comprueba que las anotaciones a mano en los correos electrónicos, presionando a AIG para ocultar información a la opinion pública, son de puño y letra de Geithner, este puede recibir una pena de 20 años de cárcel de acuerdo a la Ley Sarbanes-Oxley, como señala Karl Denninger. De acuerdo a las investigaciones, en algunos de los mails, el ex Presidente de la Fed de Nueva York ordenó directamente a los funcionarios de AIG ocultar información a los investigadores de la SEC (Securities and Exchange Commission). Y este es un delito que se paga con cárcel.
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