La crisis económica de 2008 no dejó a nadie indiferente y mucho menos a Europa y al Banco Central Europeo (BCE). La situación cambió de escenario y las reglas lo hicieron también, algo que afectó muy de lleno a las entidades bancarias. Con este emplazamiento el cambio no se hizo de esperar en España, que lejos de remontar estuvo a la par que Europa.
En la actualidad, España posee las mismas sucursales bancarias que las que teníamos a finales del siglo XX, algo que no sería alarmante si no fuera por el hecho de que por entonces el país contaba con 10 millones menos de habitantes. En el pasado año más de 3.000 oficinas bancarias cerraron definitivamente sus puertas, algo que deja cifras muy deficientes, y que hace que España se quede con algo más de 19.000 sucursales bancarias.
La crisis del ladrillo
En el momento más álgido de la crisis del ladrillo las oficinas bancarias estaban en pleno apogeo. De esta forma, se abrían sucursales en cada esquina que pudiéramos pensar a la búsqueda de clientes ansiosos por hacerse con una de esas nuevas viviendas. Las cifras hablan de que en España en 2008 llegaron a haber más de 46.000 oficinas bancarias.
Pero la burbuja estalló y con ello la crisis financiera. El endurecimiento de la regulación bancaria, la digitalización tan necesaria como patente en nuestros días, y la pérdida progresiva de rentabilidad han llevado a los bancos a ir recortando en oficinas.
Menos bancos y menos competencia
Ante tal panorama la banca lleva mucho tiempo luchando por remontar y ganar en eficiencia. Algunas de las medidas tomadas han sido la reducción de costes que ha provocado procesos de ajustes en las entidades. Pero la realidad es que ante la pérdida de oficinas bancarias el país y los propios bancos han perdido también competencia, algo que hace la situación se haya estancado poderosamente.
España a la cola en rentabilidad
La rentabilidad de los depósitos ha experimentado un cambio al alza de forma desigual entre los países de la zona euro a partir de la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). En ese abanico de disparidad se ubica España que cuenta con unas remuneraciones por debajo del 1%, lo que supone que en Europa se paga por los ahorros un 73% más que en nuestro país.
La rentabilidad en un depósito, o el tipo de interés que nos da una entidad bancaria por dejar nuestros ahorros con ellos por un determinado plazo en el tiempo, puede ofrecerse como renta fija o como renta variable y es aquí donde encontramos la mayor diferencia con nuestros países vecinos de la zona euro.
Según datos ofrecidos por la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat), en España el interés medio a plazo fijo hasta dos años se sitúa en el 0,69% frente al 1,20% de Europa y si abarcamos periodos superiores a los dos años los números despuntan mucho más, siendo el 0,97% español frente al 1,81% europeo.
La situación de la zona euro en alza
Los países donde más rentan los depósitos bancarios hasta 24 meses son Italia y Holanda, situándose por encima del 1,8% de media. A estos países les siguen de cerca Estonia con el 1,73% y Finlandia con un 1,63%. Pero si miramos la escala desde abajo el panorama no pinta tan halagüeña y es que observamos cifras como el 0,11% de Chipre, el 0,20% de Grecia y el 0,35% de nuestro país vecino, Portugal. Esta clasificación arroja un panorama desalentador, con cuatro países, incluido España, por debajo del 1%.
En los depósitos bancarios de más de dos años los valores siguen aumentando. Estonia con un 3% se sitúa en cabeza, seguida por Luxemburgo, Lituania, Italia, Francia y Austria con más de un 2%. En este terreno, España se encuentra en las últimas posiciones, solo por detrás de Irlanda y Portugal, ambas por debajo del 1%.
El auge de los bancos online frente a las grandes entidades bancarias en España
En España son los bancos online y las nuevas entidades las que han peleado por aumentar estas cifras tan bajas. Renault Bank baraja cifras del 2,83% en plazo fijo a dos años, Wizink el 2,50% a 36 meses y el 2,30% a 25 meses, EBN el 2,40% a 36 meses y BFF el 2,40% a 36 meses. De esta forma, los intereses han ido subiendo poco a poco lo que hace que las nuevas ofertas ronden ya los 2,5% TAE.
Pero son las grandes entidades bancarias las que se resisten a igualar estas cifraseuropeas y las de los bancos en auge. En esta línea, María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, descarta tajantemente una subida de los depósitos a corto plazo. Además, en voz de Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, se cree que los bancos de más tamaño aguantarán todo lo que puedan antes de entrar en ese tipo de competencia, e irán subiendo la remuneración de los depósitos poco a poco y estableciendo condiciones para fomentar la venta cruzada de sus propios productos financieros.
Ante tal panorama la situación en España se antoja difícil y larga. Una travesía que nos deja lejos de las cifras de la zona euro y que desde nuestro país intentan hacer frente las nuevas bancas que llegan a escena.